Gareth Bale reconoció que la temporada pasada «fue un poco frustrante» para él, especialmente por las lesiones que sufrió y que le impidieron llegar a pleno rendimiento a la final de la Liga de Campeones, disputada en su Cardiff natal. «Comencé la temporada realmente bien, pero tuve una lesión importante que requirió una operación. Llevó mucho más de lo esperado recuperarme. Ahora es hora de trabajar duro en la pretemporada, alcanzar mi mejor estado de forma, fortalecer el tobillo y comenzar la temporada listo y dispuesto», añadió.

El jugador admitió que no volvería a forzar los plazos de recuperación. «No lo haría de nuevo. Es fácil decirlo ahora, pero según te vas haciendo mayor como futbolista, aprendes más, aprendes cada día más sobre tu cuerpo y tus lesiones. La próxima vez volveré cuando sea el momento adecuado. Me gustaría volver atrás en el tiempo y cambiar las cosas, pero no es el caso», dijo.

Bale sufrió una luxación traumática de los tendones peroneos del tobillo derecho y fue operado el 29 de noviembre del año pasado en el King Edward VII Hospital de Londres por el doctor James Calder, bajo la supervisión de los doctores del Real Madrid Jesús Olmo y Mikel Aramberri. Esa lesión le tuvo en el dique seco durante tres meses, y poco después volvió a tener problemas en el sóleo izquierdo.