El colegio de Santa María del Pilar Marianistas cuenta con una sección de baloncesto que es modelo en todo Zaragoza por su gran tradición y por su filosofía de enfocar el deporte. Ubicada desde los años 70 en el magnífico edificio del Paseo de los Reyes de Aragón, es una de las grandes referencias en el deporte de la canasta en la capital aragonesa. Los números hablan. Este año cuenta con 318 jugadores encuadrados en 30 equipos escolares y federados.

La llegada de Carlos Pérez a la sección hace once años supuso un gran impulso. "Cuando entré había 19 equipos y once años después tenemos 30 y con la previsión de que los próximos años tengamos 33 escuadras", explica Pérez, que llegó a Marianistas después de su experiencia en Montessori, Recarte y Ornat y CBZ.

Javier Casorrán, el director de Actividades Extraescolares, afirma que una de las señas de identidad del colegio es el Torneo de Minibásquet Fiestas del Pilar. "Somos pioneros en Zaragoza como baloncesto de formación. Después se crearon otros colegios en la capital aragonesa a nuestra imagen y semejanza. El torneo tiene más de 30 años de vida y es más antiguo que los Juegos Escolares de Aragón. Aquí han venido a jugar la cantera del Real Madrid o el Joventut". Pero sobre todo se busca la convivencia en esta competición. "Se celebra para niños de diez y once años. Vienen equipos de Valencia, San Sebastián, Vitoria y once colegios de Zaragoza. Compiten medio millar de chavales y buscamos la convivencia y los que vienen de fuera duermen en las casas de sus rivales", apunta Casorrán.

En Marianistas el deporte rey es el baloncesto por delante del fútbol, el balonmano, el voley, el atletismo y el patinaje. "En fútbol contamos con 12 equipos, pero el básquet es más ágil que el fútbol para crear equipos. Por eso nos preocupa el exceso de equipos de básquet y hemos introducido el voleibol para amortiguar esa crecida, teniendo en cuenta que el 60% de los equipos es femenino". Pero el apoyo al básquet es total en el colegio en un deporte que no tiene techo. "Tenemos que asegurarles jornadas de tecnificación, dos entrenamientos por semana, partidos y eso es complicado", indica.

Las diferencias entre los dos deportes reyes del colegio son evidentes para Casorrán. "La competición te marca las normas y todos tienen que jugar. Eso es una ventaja. En alevín e infantil no hay árbitros federados, con lo que la polémica podría ser mayor que en el fútbol y no lo es. Hay una explicación social. Si vas a ver un partido de baloncesto y vas a la grada, los gritos que oyes son pasos, personal y en el fútbol es insulto tras insulto", dice Casorrán.

EX ALUMNOS

La filosofía educativa predomina sobre la formativa desde que impulsó Antonio Arrieta este deporte en los sesenta. "Todo los niños pueden hacer la actividad que quieran con sus amigos de clase. El deporte es un complemento de la formación", explica Pérez. La piedra angular son los 27 técnicos. "Además de entrenadores somos educadores y eso es innegociable. Somos alumnos del colegio en el 95% de los casos. Tomamos pequeñas responsabilidades gestionando un grupo, planificando, programando y hablando con los padres", indica.

Solo en federados se mira el lado competitivo. "Hay niños con capacidad competitiva, pero juegan con los niños de su edad. No hacemos grupos de nivel, cada generación juega con los compañeros de su clase y no los mezclamos para hacer un equipo potente", concluye Carlos Pérez.