El Barcelona, bajo las directrices de José Mari Bakero, secretario técnico del fútbol profesional formativo, tiró la casa por la ventana en el pasado verano para convertir a su filial en el equipo más poderoso de la categoría de plata, en una competencia desleal que se solucionaría con una liga de filiales. Pero en España no la hay y el Barcelona B tiene el límite salarial más alto (18 millones) e invirtió cerca de seis en los fichajes de Arnaiz (hasta 4 millones con las variables, algunas ya cumplidas), Choco Lozano (1,2 millones), o Galarreta (700.000 euros), además de lograr la cesión del Celta de David Costas e intentar sin resultado la de Borja Iglesias.

Ahora, el segundo equipo azulgrana va a tratar de dinamitar de nuevo el mercado y prepara entre 6 y 8 millones de euros para refuerzos en este mes de enero. Y mientras otros clubs, como el Zaragoza, no tienen margen para fichar salvo que llegue algún ingreso inesperado. El filial va a fichar un jugador por línea en este enero y ya ha tanteado a Pozo (Almería), aunque la posición inflexible del club andaluz ha enfriado la operación.

Mientras llegan esos refuerzos, Gerard tendrá que intentar reaccionar y salir del descenso con la actual plantilla. El equipo azulgrana llega a Zaragoza con las bajas de David Concha, aquejado de una inflamación en la cadera derecha, y de Marc Cardona, con una lesión muscular en el psoas, que se suman a la ausencia ya conocida de Ferran Sarsanedas. Gerard no citó a Jose Arnaiz, que jugó en Copa ante el Celta y apunta a ir citado por Valverde para el choque ante el Levante. Tarín, Alfaro, Santi Bueno, Moisés, Samu Araujo y Varo son los descartes.

Mujica es la gran novedad en una lista donde vuelven Fali, Lozano y Palencia después de sanción y se añaden los juveniles Miranda y Sergio Gómez. «La Romareda es de esos campos que se nos han dado bien, lo cierto es que en la primera vuelta muchos de los campos de Primera o muy complicados se nos han dado bien, como Valladolid, Granada, Pamplona...», aseguró Gerard.