El Fútbol Club Barcelona ha pedido explicaciones por escrito al Gobierno y a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por la actuación policial en la final de la Copa del Rey con la confiscación de camisetas, bufandas y silbatos de color amarillo.

El pasado sábado, momentos antes de iniciarse el partido entre el Barça del Valverde y el Sevilla al que entrena Montella, los cuerpos de seguridad requisaron, a los aficionados que acudían al Wanda Metropolitano, todos aquellos objetos de color amarillo con motivo de reivindicar la liberación de los políticos encarcelados en Catalunya por el 'procés'.

El portavoz del club catalán, Josep Vives, ha avanzado, en declaraciones a RAC-1, que en función de la respuesta que obtengan, estudiarán "qué medidas hay que tomar". De todas maneras, desde el club azulgrana niegan que el Barça estuviera enterado de la retirada de elementos amarillos en el estadio: "Es absolutamente falso. Estamos hartos que nos manipulen de este modo", ha sentenciado Vives. "Hubo tres reuniones para preparar el dispositivo del partido de la final de Copa. En la última, presidida por la señora Dancausa, se dijo que por seguridad se aplicaría la ley", ha detallado el portavoz del club. "Nadie puso sobre la mesa si alguien podría entrar al estadio con una camiseta de un color u otro porque esto forma parte de un derecho innegociable de las personas", ha insistido Vives.

Zoido se lava las manos

Fuentes del Ministerio del Interior sostienen que la incautación de objetos amarillos fue una decisión solo policial, no política. Se desvinculan de la polémica y alegan que el departamento no dio ninguna "instrucción especial ni orden extraordinaria" a los responsables del dispositivo de seguridad, integrado por 3.500 agentes.