El Barcelona sumó una victoria práctica ante el Atlético (1-2), primero superviviente con un ejercicio de resistencia y después con dos golpes en ataque, con fortuna y el último de Messi para deshacer el empate e insistir en la lucha por el título. Sigue a un punto del Madrid. Fue demasiado castigo para el conjunto rojiblanco, que propuso mucho y que se quedó sin nada a la vez que se aleja de sus objetivos; mucho premio para los azulgranas.

El Atlético borró al Barça del terreno de juego toda la primera media hora, devorado por empuje, por ambición, por presión, por colocación y también por fútbol, con un Gabi descomunal, aunque sin ocasiones claras, la más clara una parada de Ter Stegen a un disparo de Griezmann desde fuera del área. No existió el Barcelona hasta que Mateu Lahoz anuló un gol a Luis Suárez por previa falta a Oblak, que también sacó una falta de Messi.

Con más balón, con menos sufrimiento y con un toque de fortuna, el Barcelona se adelantó después de incontables rechaces dentro del área rojiblanca y gracias a Rafinha (0-1, min. 63). Pronto respondió el Atlético. Fue en el 70 cuando un lanzamiento magistral de falta de Koke lo peinó Godín para el 1-1, un nuevo empate para un marcador que desequilibró en el tramo final Messi, de nuevo favorecido por un rebote, como en el primer tanto de Rafinha, para reavivar la lucha por la Liga del Barcelona y descartar probablemente de ella al Atlético de Madrid.