El Barcelona abrirá el martes en París los octavos de final de la Liga de Campeones. El equipo de Luis Enrique vuelve a cruzarse con el París Saint Germain. Será la tercera vez que coincidan en el último lustro, con un resultado siempre favorable para el equipo español, que se mostró superior. El cuadro francés, que nunca ha superado los cuartos de final en el torneo, vive tiempos nuevos de la mano de Unai Emery. Fuera del liderato de la Ligue 1 que dominó autoritariamente en los tiempos recientes, aspira a dar un golpe definitivo en Europa, donde se ha quedado a medio camino en las últimas temporadas. El cuadro de Emery, reforzado por el alemán Julian Draxler en el mercado de invierno, podrá contar con el meta germano Kevin Trapp y el volante italiano Marco Verratti, que estuvieron lesionados. Serán baja los argentinos Javier Pastore y Giovani Lo Celso y el polaco Grzegorz Krychowiak. No estará en la ida el argentino Javier Mascherano, lesionado, ni Aleix Vidal, que se perderá el resto de la temporada.

El miércoles será el turno del Real Madrid, que recibe al Nápoles. El cuadro español, vigente campeón, avanza en la defensa de su corona. Zinedine Zidane ha logrado recuperar a casi todos los lesionados, de hecho Bale se reincorporó ayer al grupo, que estarán en el Bernabéu ante el combinado transalpino, que acumula 17 encuentros sin perder e intenta cuestionar el liderato de la Serie A al Juventus.

Invicto en la fase de grupos, el Madrid busca alcanzar los cuartos de final por séptimo año consecutivo y tiene el punto de mira puesto en convertirse en el primer equipo en defender con éxito el título en la era de la Champions. Una situación muy diferente a la del cuatro italiano, que regresa con tres españoles, dos exjugadores del club blanco, Raúl Albiol y Jose Callejón, y el meta Pepe Reina. Será la segunda participación del Nápoles en los octavos y aspira a situarse en cuartos por primera vez.