El Camp Nou se llenará. Ni el horario intempestivo ni el alto precio de las entradas, las más caras alcanzan los 167 euros, han frenado la inquietud por presenciar el primer clásico de la temporada 2011-2012 en Barcelona. Ayer por la tarde se formaron colas en las taquillas del club, a pesar de la facilidad en adquirir los boletos a través de las vías de internet.

El Barça, acorde con su política, no aporta datos de recaudación. Sin embargo, la iniciativa de la directiva de Sandro Rosell de excluir el partido del abono de temporada servirá para llenar las arcas azulgranas. Todos los aficionados, con o sin carnet, han tenido que adquirir una localidad. Se da la circunstancia, además, de que la venta no se animó en los primeros días (la tercera semana de julio) y se ha acelerado a última hora. El Barça superará los seis millones de euros de recaudación, lo que supone un récord de ingresos en un partido correspondiente a un torneo español.

Hasta ahora, era la Federación Española de Fútbol (FEF) el organismo que había conseguido mayores beneficios en taquilla gracias a la venta de entradas. Sucedió en la final de la Copa del Rey de la temporada pasada, que disputaron Barça y Madrid en Mestalla. La FEF alcanzó los tres millones de beneficios, aunque unidos a los ingresos televisivos y los acuerdos con sus patrocinadores, esta cifra aumentó hasta los 15 millones. Un importante porcentaje (entre ellos el millón que cobró el Madrid por levantar la copa que luego rompió Sergio Ramos en la Cibeles) fue para los dos clubs participantes.

El Camp Nou presentará esta noche un colorido diferente al habitual de otros clásicos, ya que el perfil del espectador no será el corriente al socio que apenas libera entradas cuando el Madrid visita el estadio. Habrá un mayor número de turistas que en encuentros precedentes, ya que la ocupación hotelera de la capital catalana supera el 80%. Ayer, a pesar de que aún quedaban más de 6.000 localidades, se ofrecían entradas en la reventa.

El domingo pasado el Bernabéu presentó un lleno hasta la bandera, aunque el socio con euroabono (la modalidad que permite al abonado blanco acudir sin tener que pagar cada vez por los partidos de Liga y Champions) tenía incluida la ida de Supercopa en la suscripción. Apenas se liberaron asientos, aunque el club sí distribuyó un pequeño paquete de localidades a precios populares, que iban de los seis euros para las localidades destinadas a los socios sin abonos en la parte más elevada del Bernabéu (el cielo madridista) a los 70 euros de tribuna para el público en general.