Inicia su tercera temporada en el Barça y disputará apenas su octavo partido de Liga (de 77 posibles). Son los números de un suplente que cubre la vacante por la ausencia del titular. Marc André ter Stegen no es un suplente ni un meritorio. Cuando hoy se sitúe bajo los palos de San Mamés (20.15 horas) , lo hará con la tranquilidad y la idea de quedarse ahí para siempre. Aunque el estadio bilbaíno no le granjee buenos recuerdos. Pasó una vez por La Catedral, el verano pasado, y se llevó cuatro goles que le devolvieron al banquillo. A la sombra de Claudio Bravo, que ya no está.

Ter Stegen saltará al césped sintiéndose por fin el dueño de la portería del Barça, por mucho que ya se entrenara en Sant Joan Despí el sustituto del chileno. Jasper Cillesen es el competidor. Un holandés pugnando con un alemán. Será a partir del próximo encuentro, porque el último fichaje no dispone del tránsfer y será Jordi Masip quien se siente en el banquillo de San Mamés y disfrute del "placer" de la visita.

ALCÁCER, MÁS CERCA "Es Alcácer o nadie". Robert Fernández, secretario técnico del Barcelona, no tenía dudas. El objetivo es el delantero del Valencia, que ni tan siquiera ha sido suplente en la segunda jornada de la Liga. Viajó Alcácer a Eibar, pero no estuvo ni en el banquillo en un claro mensaje de que su traspaso al club azulgrana, que pagaría 30 millones más cinco en variables, está a punto de cerrarse.

Alcácer fue el jugador descartado por Ayestarán. No lo puso en el once inicial, al igual que sucedió con el central Mustafi, que ni viajó a Eibar porque se había concretado su marcha al Arsenal por 40 millones.