Ocho goles y 33 disparos en los dos primeros partidos es la carta de presentación de Bélgica en el comienzo del Mundial. Si contra Panamá resolvió el choque en una gran segunda parte (3-0) este sábado en el estadio del Spartak de Moscú certificó las cosas por la vía rápida. Tumbó a Túnez con una exhibición ofensiva (5-2) y ya está en los octavos.

Da gusto ver al bloque de Roberto Martínez cuando juega con el viento a favor. Los 'diablos rojos' practican un fútbol atractivo, talentoso y atrevido que no abunda en un torneo en el que prima el miedo y la contención. Esa versión, sin embargo, puede tener sus inconvenientes cuando lleguen las rondas decisivas.

21 partidos sin perder

El sistema del técnico catalán, es 3-4-2-1 de sello propio, es un ciclón en la creación pero se tambalea atrás. Aún así, suma 21 partidos sin perder, desde septiembre del 2016. Su fútbol y sus cifras merecen más atención. Bélgica debe incluirse ya entre los favoritos al título.

Sin Vermaelen ni Kompany, que ya estarán disponibles contra Inglaterra, los belgas no pasaron apuros ante los tunecinos, que estuvieron cerca de conseguir el empate frente a los ‘pross’ en el debut. Todo se puso de cara con el primer tanto de Hazard, que provocó un penalti justo sobre la línea del área, tal y como confirmó el VAR.

El astro del Chelsea transformó la pena máxima (m. 5) y abrió el duelo. Con una defensa rival más adelantada se preveía lo que finalmente ocurrió. Un festival ofensivo de los belgas. Lukaku amplió la ventaja tras un pase de Mertens (m. 15) pero Bronn recortó poco después al rematar una acción a balón parado (m. 17), el único recurso de los tunecinos.

Lukaku iguala a Cristiano

Fue solo un espejismo para los africanos, que encajaron el tercero justo antes del descanso, nuevamente con la firma del delantero del Manchester United. Lukaku culminó con calidad una asistencia de Meunier. El corpulento punta igualó los cuatro tantos de Cristiano y presentó su candidatura a la Bota de Oro del torneo, pero el técnico catalán le sustituyó pronto. Tenía el partido ideal para darse un homenaje, como se comprobó después.

Con un adversario quebrado Hazard repitió diana para sellar el cuarto (m. 50) y fue el siguiente en marcharse a los vestuarios. Con todo de cara Robert fue inteligente. El encuentro estaba sentenciado y era la hora de reservar a las estrellas.

Batshuayi (m. 89) logró el quinto después de fallar diversas ocasiones, alguna flagrante. Khazri cerró el marcador de un Túnez ya eliminado. El rodillo belga funcionó a la perfección.

Bélgica, 5 - Túnez, 2

Bélgica: Courtois; Alderweireld, Boyata, Vertonghen; Meunier, De Bruyne, Witsel, Carrasco; Dries Mertens (Tielemans, m. 86), Eden Hazard (Batshuayi, m. 68); y Romelu Lukaku (Fellaini, m. 59).

Seleccionador: Roberto Martínez (Esp)

Túnez: Mustapha; Bronn (Naguez, m. 25), Syam Ben Youssef (Ben Alouanem, m. 41), Meriah, Maaloul; Badri, Sassi, Khaoui, Skhiri (Sliti, m. 60); Fakhreddine Ben Youssef y Khazri.

Seleccionador: Nabil Maaloul (Tun).

Goles: 1-0: m.6: Hazard, de penalti. 2-0: m.16: Lukaku, 2-1: m.18: Bronn. 3-1: m.48+: Lukaku, 4-1: m.51: Hazard, 5-1, m.90: Batshuayi. 5-2: m.93+: Khazri.

Árbitro: Jair Marrufo (Estados Unidos). Amonestó al tunecino Sassi.

Estadio: Spartak Stadium (44.190 espectadores).