Mireia Belmonte se clasificó ayer para la final de los 200 mariposa de hoy jueves con el tercer mejor tiempo de las ocho durante la cuarta sesión del Mundial de natación de Budapest. La badalonesa nadó en 2:06.71 en su prueba favorita. Únicamente estuvieron por delante la alemana Franziska Hentke, autora de la mejor marca mundial del año (2:06.18), y que marcó un tiempo de 2:06.29, y la china Zhou Yilin, que ganó la primera serie con 2:06.63. Con la lección muy bien aprendida, Belmonte, que salió en la segunda serie y por la calle cinco, entre Hosszú y Hentke, buscó la referencia de la alemana que la tenía a su derecha. Esperó que se diluyera la efervescencia de la local Liliana Szylagi en el primer 50 y pasó cuarta (28.95). A partir del 100, la alemana pasó a liderar la carrera (1:01.03), pero Belmonte (1:01.71) no se apuró, sabía ya quien tenía que ser su referencia y jugó sus cartas.

Por el 150 aceleró para ser tercera. Hentke (1:34.08) seguía al mando, pero la española ya estaba más cerca (1:34.45). Al final, ganó su serie la alemana (2:06.29) y Belmonte (2:06.71), que pareció tener controlada la situación en su prueba fetiche, fue segunda de su serie.

Tras la carrera, la española aseguró que la final se presenta «muy bonita» debido a que el nivel entre las favoritas es muy parecido. «La carrera ha sido extraña, no sé, un poco extraña. No sé cómo describir mis sensaciones, porque ha sido un poco extraño todo», afirmó después de salir de la piscina y admitió que «estaba un poco cansada» después de haber nadado también las series matinales de esta prueba.

Para la final, en la que buscará el segundo metal tras la plata del 1.500 libre, explicó que «es la final es una final y cada uno nada como puede. Todas estamos en el mismo nivel, nos separan pocas décimas», enfatizó la campeona española.