Binéfar ha estrenado hoy su rocódromo, de doscientos cincuenta metros cuadrados y una altura máxima de once metros y medio, y que junto al búlder en el pabellón El Segalar servirá para poner en marcha una escuela de escalada en la localidad.

La pared se ha construido en dos materiales, uno de fibra y otro de madera, orientados a la iniciación y al perfeccionamiento de la escalada, y dispone de una fisura, una chimenea, diedros, techos, desplomes y setecientas presas, que irán aumentando hasta llegar a mil cien en los próximos años.

Además, se han instalado unas diez vías de diferente dificultad, una construcción que servirá, según el presidente del Club Litera Montaña, Germán Santafé, "no solo para el club, sino para formar a las nuevas generaciones de montañeros".

El alcalde de la localidad ha señalado en un comunicado que "esta actuación es un complemento a las instalaciones deportivas y nos convierte en un punto de referencia, que es lo que queremos para Binéfar".

Por su parte, la concejal de Deportes ha asegurado que, aunque el rocódromo no es "imprescindible", sí es una instalación "importante para promover la práctica del deporte, así como para atender las peticiones de los clubs locales, como el Club Litera Montaña".