El futuro de Borja Bastón, actual Pichichi de Segunda con 20 dianas en los 29 partidos que ha jugado con el Zaragoza, tiene muchas interrogantes y algunas certezas. La más evidente es que el destino del jugador la próxima temporada está en Primera División. Así lo quiere el Atlético de Madrid, que posee sus derechos y que lo cedió al Zaragoza, y así lo desean también el jugador y sus representantes, aunque siempre que el destino suponga minutos y continuidad en la progresión de un punta que colecciona cuatro temporadas con la actual de cesiones en Segunda. La otra certeza se refiere al compromiso del futbolista con el actual proyecto blanquillo. En caso de ascenso zaragocista a Primera, Borja va a hacer todo lo posible, y hasta lo imposible, por seguir aquí, porque ni en público ni en privado esconde el futbolista, ni tampoco su entorno, que se siente muy a gusto en el club aragonés.

El fútbol siempre tiene un componente imprevisible que impide garantizar nada a tantos meses vista, pero sí se puede asegurar sin miedo a error que, si el Real Zaragoza sigue en la categoría de plata, Martín González tendrá que recurrir a su agenda para buscar a otro futbolista que lleve el peso goleador del equipo, porque Borja Bastón, salvo sorpresa gigantesca, no seguirá en La Romareda.

El ariete madrileño firmó en el 2010 un contrato con el Atlético por cinco temporadas. La primera, en la que se lesionó de gravedad, siguió en la cantera rojiblanca, y después estuvo cedido en el Murcia, en el Huesca, en el Deportivo, a donde llegó a préstamo por dos años, pero el club gallego decidió no ejercer el segundo, y ahora en el Zaragoza. El salario del jugador ronda los 400.000 euros, si bien el Zaragoza solo se hace cargo de alrededor de un tercio de esa cifra.

El delantero madrileño finaliza su vinculación con el Atlético en junio, pero antes de su cesión al Zaragoza el club colchonero se guardó una opción para renovarle de forma unilateral por dos temporadas, hasta 2017. Está claro que la va a ejercer, aunque solo sea para utilizar al delantero en el mercado para intentar fichar a otros futbolistas. Borja, en un equipo que ahora cuenta arriba con Torres, Griezmann, Mandzukic, Raúl Jiménez y Correa, éste sin ficha, no tiene opciones de quedarse en el Calderón. O, si las tiene, muy pocas en todo caso, no gozaría de continuidad, algo básico ahora mismo en su carrera.

Si el Zaragoza logra el ascenso, Borja intentará seguir en La Romareda. Se sabe importante y sus agentes creen que sería el lugar adecuado para seguir creciendo, porque el jugador se siente muy bien y se considera básico ese entorno que ha encontrado para que su progresión no se detenga. Podría ser a través de una nueva cesión del Atlético de Madrid, con otras condiciones, o en propiedad con un nuevo contrato como zaragocista si el Atlético no ejerciera al final su opción, algo muy improbable, o si el club aragonés y el madrileño llegaran a algún pacto que propiciara esa desvinculación del club del Manzanares.