Llevaba el City una racha increíble, 11 victorias consecutivas. Y todo indicaba que ayer era la noche perfecta para consumar el récord histórico de la entidad, 12 partidos seguidos ganando. Pero no fue así. Los de Guardiola precisaron de la inspiración del exguardameta azulgrana Claudio Bravo para superar al Wolves (equipo de la segunda división inglesa) y sentenciar el pase a los cuartos de final de la Copa de la Liga. El chileno fue imprescindible durante todo el partido y acabó siendo determinante en la tanda de penaltis, después del 0-0 final.

El City se mostró falto de puntería ante un Wolves que resistía a base de defensa y portería. Guardiola había alineado hasta a siete suplentes pensando en la Premier League, pero la superioridad del City seguía siendo notable. Sin embargo, esta no se hacía palpable en el terreno de juego. El Wolves resistía y amenazaba. De hecho, aunque en el tramo final del primer acto el City apretó, la ocasión más clara fue del conjunto de Staffordshire. Y ahí empezó el festival de Bravo en portería.

HÉROE EN SU REGRESO A LA TITULARIDAD

El chileno regresaba a la titularidad en un partido oficial. Y demostró que sigue siendo el guardameta que enamoró al mundo años atrás. Salvó a su equipo de ocasiones claras de gol, con un uno contra uno ante Costa incluido. Y se erigió como el responsable de que el City no cayera eliminado en la primera de las competiciones de la temporada. Y es que, tras el empate final, el partido se decidió en los penaltis y Bravo, muy inspirado, logró detener dos de ellos.