El Lorca CF es un caso más entre las situaciones atípicas que se viven en el fútbol. Su contexto es ya de por sí paradigmático; asentado en una ciudad donde este deporte está maldito. Ningún equipo de los más de diez que han existido en suelo lorquino consiguieron disfrutar de una longeva vida deportiva. Pero el aspecto que lo convierte en un club de tintes bizarros es su exótico presidente y su entorno. Xu Genbao, un hombre de alto estatus en China, maneja desde la distancia el club murciano. Y es que su gestión está dejando una larga estela de acciones singulares.

Xu Genbao es una eminencia en el fútbol chino. Vestido de corto fue un futbolista de prestigio; en los banquillos dirigió a la selección de China y a la mayoría de clubs de Primera de este país. En el 2005 emprendió su proyecto más ambicioso. Fundó el Shanghai Dongya -ahora Shanghai SIPG-, uno de los clubs de mayor renombre del país y que cuenta con estrellas como Hulk, Óscar o Ricardo Carvalho. Su afán de éxito le llevó a adquirir un club español, pero no podía ser cualquiera.

A sus 76 años de edad, el empresario asiático tenía claro las condiciones para adquirir un club: que estuviera saneado y con una ubicación próxima la costa. Sus creencias se guían por el sistema filosófico taoísta del feng shui, por lo que la cercanía al mar es considerado como un entorno de gran prosperidad. La Hoya de Lorca se presentó ante los ojos del asiático como una opción atractiva, tras desechar al Cartagena y al Castellón por su volumen de deudas.

El bigote

Xu Genbao no habitúa a tomar decisiones por sí solo. Siempre se ha apoyado en sus hombres de confianza, sobre todo en Bin Wan, su inseparable traductor. Su gestión impulsiva le ha llevado a tomar decisiones que han roto con lo políticamente correcto y con los parámetros de lo cotidiano. Como la contratación de Fabri González.

Tras el cese de Curro Torres, hace unos meses, los directivos del Lorca se apresuraron para encontrar un nuevo técnico. Según relata el entorno del club, Xu Genbao pidió una serie de entrenadores con experiencia, mayores de 50 años, y que se hubieran desenvuelto en situaciones deportivas extremas. Sobre la mesa se pusieron una hilera de nombres de sobra conocidos dentro del fútbol español. Esteban Vigo, Sandoval y Fabri González.

El mandatario observó sus fotos y terminó por decantarse por Fabri, debido a que el bigote que portaba en la instantánea y su apariencia seria le transmitía la seguridad necesaria para poder aferrar la permanencia. Desde el entorno del Lorca se explica, además, que a Xu Genbao no le gusta jugar en sábado. Para él es un horario de mal presagio.

El presente del Lorca es incierto. Su inestabilidad deportiva es el caldo de cultivo idóneo para que los cimientos se derrumben. Ahora, deberá de afrontar varios pagos a sus acreedores y un juicio con Paco Zaragoza, exdirector deportivo, por despido improcedente. Solo el mañana ofrecerá luz sobre el devenir del Lorca. Un futuro incierto, que no ofrece buenas sensaciones.