Sin descanso, con la intención de pulir hasta el más mínimo detalle. El Real Zaragoza continúa perfilando su puesta a punto con un primer tramo de pretemporada donde la intensidad ha sido innegociable para todos los integrantes de la plantilla. Natxo González ya aseveró en rueda de prensa que se debía de invertir el mayor número de horas posibles en materia de entrenamiento. Al tratarse de un técnico nuevo y una plantilla totalmente reconstruida era primordial que los jugadores comenzaran a automatizar cuanto antes todos aquellos conceptos que pretende inculcar el preparador vitoriano. El grupo llegó durante la madrugada del viernes a la capital de Aragón tras haber dado por finalizada su estancia en la provincia de Huesca, donde disputaron un ligero choque ante el Boltaña, con triunfo zaragocista por 0-13.

El club blanquillo retomó la actividad en la Ciudad Deportiva con una prueba ante el Aragón. Natxo González alineó a Ratón en portería, Jesús Valentín y Simone Grippo en el centro de la zaga, Alberto Benito como lateral derecho y Ángel en el otro costado. Por delante, Javi Ros y Eguaras formaron el centro del campo, Xumetra en banda derecha y Oliver Buff en el flanco izquierdo, con Aleix Febas detrás de Borja Iglesias, la ilusionante referencia ofensiva. Un sistema de 4-2-3-1 que el técnico vitoriano ya había utilizado durante su estancia en Reus y con el que también ensayó durante los entrenamientos en Boltaña. César Láinez alineó en el filial zaragocista a muchas de las nuevas caras que integrarán la exigente campaña en el Grupo III de 2ªB. Sergio García, en la portería, Carlos Ramírez Gálvez, Leto, en el lateral derecho, Pep Biel como mediapunta o Rubén López, Rubio, protagonizaron parte de los refuerzos del Deportivo Aragón. Otra figura que destacó fue la de Luis Forcén, el extremo zurdo que renovó hace unos días por dos temporadas con el Real Zaragoza.

Fue el equipo filial el que llevó el peso de los primeros minutos, con dos ocasiones de gol, un mano a mano ante Ratón, la otra de cabeza sin oposición alguna. Tras estos latigazos del segundo equipo, Natxo González le pidió concentración a Simone Grippo durante la misión de sacar el balón jugado desde atrás. Junior, extremo izquierdo del filial, fue uno de los hombres más desequilibrantes en la primera mitad. Combinó velocidad con desparpajo, aunque sus acometidas fueron controladas por la presencia de Alberto Benito. El primer equipo hizo gala de las señas de identidad que el técnico vitoriano quiere transmitir. Siempre tratando de tener la pelota, buscando ofrecer un estilo combinativo y presionando arriba cuando el rival tiene la posesión.

La efectividad de la plantilla principal tuvo premio en su primera aproximación. Oliver Buff hizo valer los halagos que está recibiendo a lo largo de estos días con un potente derechazo que se coló por la escuadra del cancerbero Sergio García. Un gol que levantó el aplauso de todo el banquillo de la primera plantilla. A pie de campo y con gesto serio comenzó Natxo González a dar instrucciones, pareció no estar conforme con lo visto. «Movemos más», gritaba mientras gesticulaba con sus manos. Febas marcó el segundo tanto tras una jugada de combinación y Buff cerró la primera parte con un nuevo gol y se colocó como máximo artillero del equipo en esta pretemporada con cinco dianas. Raí Nascimento sentenció el encuentro con un nuevo doblete. El choque concluyó con un 5-0, otra vez sin haber encajado gol.