El CAI Zaragoza está en Hungría para hacer lo que no ha hecho nunca. Lo que se le escapó contra el Besiktas en el destierro de Huesca, lo que se llevó por delante la crisis de resultados la temporada pasada. Clasificarse para los octavos de final por primera vez en su historia, ser uno de los 16 mejores equipos de la Eurocup. Lo conseguirá seguro si gana al Szolnoki Olaj (18.00 horas). Si no, tendrá que esperar a que el Galatasaray se imponga al Dinamo Sassari.

Estos tres equipos se juegan las dos plazas que dan acceso a octavos y el orden en que se clasificarán, que determina el orden posterior de enfrentamientos. El CAI puede ser todavía incluso primero de grupo, si gana en Hungría y hace lo mismo el Sassari en Estambul. En ese caso, su rival puede ser el Karsikaya, el Reggio Emilia o el Trabzonspor y jugará la ida fuera el 23 de febrero y la vuelta en casa el 2 de marzo. Si se clasifica como segundo (lo que ocurrirá en cualquier caso si gana el Galatasaray), su rival sería el Dolomiti y jugaría primero en Zaragoza y la vuelta en Trento.

El equipo aragonés llega después de dos buenos partidos, por los resultados y la forma de conseguirlos, porque parece estar viendo una luz en el túnel de esta temporada. Sin embargo, no quiere la más mínima euforia, ni un exceso de confianza, para rematar la faena esta tarde ante el último clasificado del grupo N y ya eliminado Szolnoki, al que venció en el Príncipe Felipe por 88-60. Tampoco de eso se fía el CAI, convencido de que será un partido difícil en el Tiszaligeti, una pista pequeña con capacidad para 3.000 espectadores.