Hay un emblema del Huesca que lleva una década capitaneando la nave. Juanjo Camacho ha defendido la azulgrana en Segunda B, en Segunda y ahora pelea por subir a Primera División. Si los oscenses siguen vivos es, en gran medida, al gol del eterno capitán en el último minuto. Parece que no está, pero siempre aparece cuando se le necesita. Él simplemente fue el que culminó la fe de un Huesca que vio cómo el Getafe prácticamente sentenciaba la eliminatoria con dos goles de Jorge Molina. La garra de Vinícius dio esperanzas y Camacho, el más creyente, hizo creer, valga la redundancia, a la parroquia altoaragonesa.

El ambiente de El Alcoraz pronto contagió a los once protagonistas azulgranas sobre el césped, quienes salieron a morder desde el primer minuto. Tanto es así que Melero cabeceó un centro de Brezancic desviado. Las entradas por banda de los laterales del Huesca, muy verticales e incisivos, fueron un tormento en los primeros minutos. Y si subían demasiado y había que cubrir las espaldas, ahí estaba Melero, omnipresente en la contención y en la organización del juego.

Ante eso, el Getafe tuvo muy claro desde el primer segundo que no había que dejar correr al conjunto de Anquela. Sin riesgos y pragmático, como acostumbra Bordalás, el equipo azulón apenas combinó, abusó del balón largo para Jorge Molina y en el momento en el que el Huesca podía armar las transiciones, no dudó en cortar con falta, tanto que la afición altoaragonesa se desesperó por el juego duro.

En la primera que pudo correr Samu Sáiz, al cuarto de hora de juego, Guaita cortó el pase de la muerte para Vadillo. Poco después, fue Brezancic el que se cruzó ante Chuli para cortar lo que hubiera sido un mano a mano contra Sergio Herrera.

Entre interrupción e interrupción, Samu Sáiz siguió a lo suyo. Esta vez sí que encontró a Vadillo en la izquierda, su rosca pasó rozando la escuadra al palo largo, pero la jugada estaba invalidada por fuera de juego. Mientras tanto, en el Getafe sólo aparecía Portillo, el hombre con más fútbol, y a cuentagotas, Jorge Molina.

Pasada la media hora de juego llegaron las dos mejores oportunidades de los dos equipos. Melero, no contento con solo robar el balón, se sacó de la chistera un eslalon entre tres rivales, con caño includo, asístió a Samu Sáiz y su disparo fue manso a las manos de Guaita. La réplica llegó un minuto después. Jorge Molina recibió un servicio picado a la espalda, puso el cuerpo ante Carlos David, pero cayéndose no pudo conectar con la pelota delante del guardameta.

La segunda mitad empezó todo lo contrario que la primera. Jorge Molina provocó un penalti cometido por Jair tras un balón a la carrera que él mismo se encargaría de transformar a la escuadra.

Mazazo y reacción / El gol dejó al Huesca nervioso y sin claridad. El balón parado salió al rescate con una ocasión de Jair, pero los oscenses no encontraron su juego tras el mazazo del Getafe y el bajón físico tras el esfuerzo de la primera mitad pesó en exceso.

El público se apagó de manera proporcional al paso de los minutos, sabedor de que su equipo necesitaba un gol para mantener vivas las esperanzas de pasar la eliminatoria. Mientras, el Getafe siguió esperando atrás y saliendo rápido a la contra. Para ello salió Pacheco en lugar de David Fuster, un hombre más vertical que en El Alcoraz conocen bien.

Lo que se veía venir, sucedió. Otra vez conectó Portillo, esta vez dentro del flanco derecho del ataque madrileño, y puso un centro milimétrico para que Jorge Molina rematara de cabeza a placer.

Antes de sacar de centro, Anquela sacó a Vinícius en lugar de Borja Lázaro y no tardó ni un minuto en plantarse delante de Guaita, al que batió con un disparo raso y colocado.

Guaita desbarató con una extraordinaria parada un cabezazo de Carlos David tras una falta lateral. Al contrario que el conjunto oscense, el Getafe ya no quiso saber nada del partido. Bordalás encerró a su equipo atrás para defender el resultado y lo acabó pagando. Jair pudo redimirse del penalti con un cabezazo lejano a las manos de Guaita, pero fue el capitán (quien si no), el que, precisamente con la testa en el segundo palo, logró empatar el partido y llevar el «Sí se puede» a la grada de El Alcoraz. Camacho y el Huesca siguen creyendo.

Goles: 0-1, m.50: Jorge Molina (p.). 0-2, m.73: Jorge Molina. 1-2, m.75: Vinícius. 2-2, m.93: Camacho.

Árbitro: Gorostegui Fernández (Vasco). Amarillas a Carlos David, Ferreiro, Jair, Lázaro, Aguilera, Faurlín, Mora, Portillo, Chuli.

Huesca: Sergio Herrera, Akapo (Camacho, m.77), Carlos David, Jair, Brezancic, Melero, Aguilera, Vadillo (David López, m.72), Ferreiro, Samu Sáiz y Borja Lázaro (Vinícius, m.74).

Getafe: Guaita, Damián, Cata Díaz, Cala, Molinero, Faurlín, Sergio Mora (Lacen, m.64), David Fuster (Pacheco, m.69), Portillo (Gorosito, m.85), Chuli y Jorge Molina.