El futuro del Real Zaragoza pasa por la Ciudad Deportiva. La actual situación del club zaragozano obliga a cuidar con interés y cariño todos los talentos que se van puliendo con dedicación en esta fábrica de futbolistas de esperanzador futuro. Este año se han consolidado en el primer equipo chicos como Guti, Lasure, Delmás y Pombo.Son el espejo de las nuevas generaciones, el reflejo para todos los cachorros que asoman la cabeza desde el primer juvenil.

Esta camada de muchachos que visten de blanquiazul siguen acaparando los focos en el grupo III. Su trayectoria en esta campaña de División de Honor juvenil está siendo sobresaliente; son segundos en la tabla, a seis puntos del Barcelona. Llevan mas de dos meses venciendo, creciendo permanente bajo su inconfundible estilo compacto, donde se buscan las jugadas con verticalidad y no se renuncia a emplear un estilo de juego combinativo.

Este modelo de juego tiene sus bases en Javier Garcés, el maestro de esta generación. «No es fácil que una serie de jugadores de mucho talento nazcan a la vez. La última generación que recuerdo de tanta capacidad fue la de Ander Herrera y compañía», comenta el preparador aragonés.

El profesor Garcés tiene a su cargo a un grupo de alumnos aventajados en la materia futbolística. Todas las piezas que integran el sofisticado mecanismo del primer juvenil son de gran valía, pero hay determinados nombres que están comenzando a irrumpir con potencia. Es por ello que Garcés avisa que no hay que precipitarse con sus pequeños y matiza que «como bloque funcionamos, ahora necesitamos que los futbolistas funcionen de forma individual».

La generación del 99

Ellos son la promoción de 1999, aunque hay alguno que cuenta con un año menos. El primer caso es el de Alberto Soro Álvarez. El de Ejea de los Caballeros es el clásico mediapunta con llegada, un jugador que parte por detrás de la primera línea de fuego, pero se incorpora con peso al balcón del área. Atesora una técnica aterciopelada y su creatividad con el esférico es plasmada con ingenio gracias a su pierna zurda. «Es uno de esos futbolistas que tiene un don mental y a su técnica le acompaña una habilidad para elegir siempre bien», comentó Garcés sobre Soro.

El gol del equipo está a cargo de Marcos Baselga. «Baselga necesita espacios para ser efectivo. Venía jugando en banda y se convirtió en un buen rematador, desborda bien porque tiene un buen potencial físico y técnico».

La banda derecha del equipo tiene la misma sangre, la de los gemelos Vicente. David, lateral derecho que debutó con el primer equipo en Mestalla, y Carlos, extremo diestro. «Llevan toda la vida jugando juntos, se entienden muy bien en el fútbol ofensivo, tienen mucho carácter y desparpajo», explica Garcés. También acapara protagonismo el tándem de centrales formado por David Subías y Enrique Clemente. La noche y el día de la zaga. «El primero diestro, contundente y férreo, el segundo zurdo, elegante y de salida limpia del balón», explica Garcés.

Los chicos del 2000

Los más jóvenes de la clase son el guardameta Juan Carlos Azón, Marc Aguado, Rafael Tresaco o Luis Ángel Forcén, todos ellos nacidos en el siglo XXI. Marc Aguado es un centrocampista que luce con su pie zurdo y que ha contado en algunas ocasiones con la llamada de César Láinez para el Aragón. Garcés comenta que el hijo de Xavi Aguado «ha mejorado mucho en el aspecto físico y cada vez luce más en sus prestaciones». Tresaco, delantero, se ha recuperado de una larga lesión para retomar sus buenas maneras. Por su parte, Forcén es el pupilo aventajado. Su alta verticalidad desde el flanco izquierdo le ha valido para haber dado el salto al filial zaragocista.