El Abierto de Australia no deja de deparar sorpresas. Tras la prematura eliminación de Novak Djokovic en segunda ronda, ayer, de una tacada, el torneo se quedó sin números uno. Andy Murray se despidió en octavos de final ante el alemán Mischa Zverev, número 50 del mundo, mientras que Angelique Kerber no tuvo ninguna opción ante Coco Vandeweghe. Precisamente la estadounidense será la rival en cuartos de Garbiñe Muguruza, que rompió su barrera en Australia al eliminar a la rumana Sorana Cirstea.

La jugadora hispanovenezolana nunca había alcanzado los cuartos de final en el primer Grand Slam del año, pero ese dato no le afectó lo más mínimo. Cirstea, verdugo de Carla Suárez en segunda ronda, apenas pudo inquietar a su rival. En 25 minutos Muguruza se apuntó el primer set y en el tercer juego de la segunda manga logró una rotura que encarrilaba el triunfo (6-2, 6-3).

«Estoy muy contenta con esta victoria, porque en los últimos tres años esta ronda me costaba y estoy emocionada por ello», dijo Garbiñe, sólida en su juego y agresiva con la derecha, virtudes que la mantienen sin haber perdido un solo set. «En la pista tienes que lidiar con los demonios, con la tranquilidad, con los nervios, y ahí sí tienes que calmarte y meterlo dentro de alguna manera», explicó. No solo con los demonios tendrá que lidiar en cuartos, sino también con Coco Vandeweghe, una rival que le pega duro a la bola y que ayer zarandeó a Kerber (6-2, 6-3), quien cederá el número 1 a Serena Williams si esta alcanza la final.

Más sorprendente aún que el adiós de Kerber resultó la eliminación de Andy Murray. Con Djokovic fuera de juego, esta edición parecía idónea para que el escocés lograra por fin un triunfo que se le resiste: cinco finales ha jugado en Melbourne y todas las ha perdido, cuatro de ellas contra el serbio. Pero el mayor de los hermanos Zverev (Alexander cayó el sábado ante Rafael Nadal) frustró el sueño del británico, que está acusando el durísimo final del 2016, una lucha titánica entre él y Djokovic por hacerse con el número 1 mundial retomada hace 15 días en la final de Doha. Hacía 13 años que un Grand Slam no llegaba a cuartos sin los dos favoritos.

Hasta 119 veces visitó la red Zverev (50º del mundo) para desarbolar en un largo duelo (7-5, 5-7, 6-2 y 6-4 en 3 horas y media) al escocés, que dio todo el mérito a su rival. Para seguir progresando en el cuadro tendrá que lidiar con alguien con muchas más tablas en estas rondas: Roger Federer. El suizo dio la sorpresa al eliminar al japonés Kei Nishikori, no por la victoria en sí como por lograrla en el quinto set (6-7 (4/7), 6-4, 6-1, 4-6, 6-3), sin acusar ni su edad (35 años) ni los seis meses apartado de las pistas por lesión. Hacía cuatro años que Federer no ganaba un quinto set en Australia. También lograron el pase a cuartos Stan Wawrinka, contra Andreas Seppi, y Jo-Wilfried Tsonga, ante Daniel Evans.

Los cuartos podrían tener un duelo español si hoy ganan sus respectivos compromisos Rafael Nadal y Roberto Bautista. El mallorquín tiene una difícil piedra de toque con un Gaël Monfils (11 horas, Eurosport) que se cuida mucho de cuestionar al español: «¿Que si ya no es el mismo Rafa? La última vez que dijisteis eso me ganó», avisó el francés, recordando la última final de Montecarlo. Antes (8.00 horas), Bautista tratará de lograr su primera victoria ante Raonic (0-4).