A Cani todavía le resta un año de contrato y, a priori, el 30 de junio del año 2018, el próximo, iba a ser la fecha señalada para la retirada de uno de los mejores futbolistas que ha dado la cantera del Real Zaragoza. Sus números, sus equipos, el rol adquirido en cada uno de ellos y su palmarés ahí están, son innegables. El de Torrero volvió a su casa y dijo en su presentación allá por el mes de agosto que el cierre soñado a su carrera sería «el ascenso y jugar y hacerlo bien con el Zaragoza en Primera». Nueve meses después y a falta de una jornada para terminar la Liga, el panorama es bien distinto al que vaticinó Cani. Del ascenso a la permanencia y de ser un jugador indiscutible a terminar la campaña más en el banquillo que sobre el césped, donde le gustaría estar.

Por ello, ayer no dejó nada clara su continuidad durante una campaña más, la última de su compromiso. Con casi 36 años, Cani medita su retirada del fútbol profesional. «Como en los últimos años, cuando llegue el verano decidiré lo que haré. No es diferente al verano anterior ni al anterior. Decidiré si me apetece seguir jugando a fútbol, pero lo que sí que es seguro es que no me voy a ir a otro equipo, eso lo tuve claro cuando fiché, que me retiraría aquí, pero no sé cuándo será». Y no miente, porque en su presentación ya avisó de que «probablemente me retire aquí», así como que «en el momento en el que no me vea al mismo ritmo que mis compañeros, seré yo el primero que diga que no sigo». Y dicho momento, podría llegar en pocas semanas.

Decisión personal / Está claro que el Real Zaragoza está en una situación mejorable a muchos niveles y, vista la campaña realizada, uno de ellos es el deportivo. Cani lo reconoce y recalca que «el club está en una situación mala y no creo que del año pasado a este cambie todo. Espero que se acierten en las decisiones, salga todo mejor y haya un equipo que pueda optar a ascender, pero no desde la obligación». «Ha sido una temporada mala, sufrida, en la que todos teníamos la ilusión de luchar hasta el último momento por entrar en el playoff. Nos ha tocado sufrir hasta el final y podría haber sido peor, al menos no ha llegado la sangre al río», añadió el centrocampista.

A pesar de las horas bajas por las que pasa la entidad, el veredicto sobre su retirada no va a obedecer a nadie más que no sea él mismo. «Mi decisión no va a depender de nadie más que no sea yo. Dependerá de cómo me encuentre, tengo una edad, no tengo 20 años. No es por lo que haya pasado o lo que vaya a pasar porque esto es lo mismo que lo del año pasado y el anterior. Para jugar a fútbol hay que tener mucha ilusión y ganas y solo voy a estar si las tengo», explicó Cani.

De todos modos, el canterano no se marca ningún plazo para tomar la decisión ya que supone que «es algo que se nota si te apetece o si no. Hasta ahora siempre me ha apetecido seguir».

Sus minutos y su rol / Esta temporada, Cani ha jugado un total de 2.098 minutos, el octavo que más de toda la plantilla, repartidos en 31 partidos. En total ha sido titular en 23 encuentros, pero tan solo ha jugado los 90 minutos en 12 de ellos. En cuanto a sus registros goleadores, el canterano tan solo ha logrado un tanto, ante el Lugo en La Romareda tras un servicio de Javi Ros que Cani mandó a la escuadra.

«En los minutos que me han dado me he esforzado lo máximo posible y no me paro a pensar si he jugado mucho o poco. Me he esforzado en todo lo que he podido y me hubiera gustado dar más», afirmó.

A pesar de todo, Cani no ha decidido su futuro. No sabe si estará un año más vestido de corto o si colgará las botas. Sobre la posibilidad de continuar ligado al Real Zaragoza, el centrocampista reconoció que «es mucho decir, no estoy pensando tan lejos».

Ante el Tenerife podría ser la última vez que Cani juegue un partido de fútbol con el Real Zaragoza, el equipo de su corazón y con el que deseaba ascender y volver a jugar en Primera Divisió. Sería en La Romareda y ante su afición, la misma que un día le cuestionó y ahora, a base de esfuerzo, le idolatra. Solo Cani tiene la respuesta, pero la decisión podría llegar pronto y ser su retirada del fútbol.