Al final del encuentro en Anduva, Whalley no pudo disimular su desencanto por el resultado, un empate que estuvo marcado por la expulsión de Jaime pero también, por lo que indican sus gestos, por un error que el portero personaliza en su figura. En el tanto de Mirandés, Fernández no alcanzó a Urko Vera en el segundo palo, espacio que el guardameta debería haber cubierto con mayor solvencia porque el delantero llegaba algo forzado para el remate. Whalley decidió esperar bajo el larguero en lugar de salir al centro cruzado, pero tampoco consiguió tapar el único hueco que tenía el atacante para sorprenderle. El canterano sabe que la sombra de Bono le persigue desde hace tiempo y que este tipo de concesiones juegan en su contra en una lucha por la titularidad que hasta el momento ha ganado por goleada con Víctor y ahora con Popovic.