Situada a orillas del canal de Bristol y cerca de la frontera inglesa,Cardiff es la capital de Gales, con poco más de 317.500 habitantes, y con poco más de 200 hoteles, unas 20.000 plazas hoteleras. Y tiene un problema, un problema grave de alojamiento ante la final de la Champions League, que protagonizarán los dos grandes finalistas de este año, el Real Madrid, capaz de eliminar al Bayern de Munich y el Atlético, y la Juventus, conjunto que noqueó al temible Barça y al sorprendente Mónaco. La final se celebrá el próximo 3 de junio. El Estadio Nacional de Gales, que albergará el encuentro, tiene capacidad para 74.500 espectadores. O lo que es lo mismo, más de 50.000 espectadores no tienen plaza de alojamiento, eso sin contar, el dispositivo de televisiones, eventos y seguridad que se desplazan a miles de personas alrededor del acontecimiento.

UN CAMPO PARA LAS TIENDAS DE CAMPAÑA

Peter Sechi trabaja normalmente en el departamento de prensa de Shell —suministrador de aceite y gasolina de Ferrari (uno de sus patrocinadores tradicionales de 'la Scuderia')—, pero como buen galés y vecino de Cardiff colabora con las autoridades locales en la organización del evento. “Tenemos un excedente de 50.000 solicitudes de alojamiento que no podemos atender ni siquiera en el área de influencia de la ciudad. Así que, como primera medida, hemos decidido instalar un campamento con tiendas de campaña para 10.000 personas. Serán tiendas para una o dos personas, con una serie de servicios higiénicos y médicos para dar cobertura a tanta gente. Es lo único que podemos hacer de momento”.