La continuidad de Pep Cargol como entrenador del Tecnyconta hasta el final de temporada no ha sido una sorpresa. No ha pillado a nadie desprevenido. Se trata de una decisión lógica a tenor de los resultados del conjunto zaragozano, por la reacción en cuanto a sensaciones y la imagen del juego. La alfombra rojilla se desplegó ayer en el Príncipe Felipe para confirmar a Pep Cargol como preparador del primer equipo, una noticia que hizo oficial el club el jueves. No fue una simple presentación, ya que el técnico llevaba en el cargo desde el 30 de enero, aunque de forma interina.

«La elección de Pep es un paso natural», comentó el director técnico, Salva Guardia, presente en el acto que tuvo lugar ayer. El flujo de la vida deportiva siempre acaba premiando a la clásica figura diligente. De actitud persistente. Pep cumple todos los requisitos para ser considerado un hombre de club. Sus diez años dentro de la institución zaragozana abanderan su estatus, además cuenta con el honor de haber sido el primer capitán del Basket Zaragoza. Ha sido el ayudante de Joaquín Ruíz Llorente, Andreu Casadeval y Jota Cuspinera; un fiel escudero al que le ha llegado el momento de portar la vitola de líder junto a Sergio Lamúa, su ayudante. «Me tomo este reto con responsabilidad, con humildad y con mucha ambición. Hemos tenido mucha integración con este equipo, espero que esa ilusión sea capaz de contagiarse a los jugadores. Ellos sienten también ese compromiso con el baloncesto», explicó el entrenador nacido en Gerona.

Pep Cargol ha conseguido consagrarse de la forma más inquebrantable que hay en el baloncesto, a golpe de victorias. Él se hizo cargo de la pizarra de forma provisional tras el desplome del Tecnyconta en Gran Canaria. La lupa estaba puesta sobre Pep, puesto que la situación era crítica y la reacción debía ser inmediata para no escuchar con mayor frecuencia los tambores de guerra que llegaban procedentes de esas dos últimas plazas. Pero dos victorias lo cambiaron todo. Dos de dos. «Se trabaja distinto cuando se ha ganado porque uno confía en el trabajo que está haciendo. La confianza se gana día a día y nosotros tenemos como objetivo principal preparar el partido de Baskonia, y después el siguiente… Queremos la tranquilidad en ese trabajo y que el trabajo nos permita construir», comentó el técnico catalán.

Confianza en Pep / Tomas Bellas aseveró hace unos días que el trabajo de Cargol y Lamúa estaba siendo «impresionante» y que ambos se estaban ganando a pulso su continuidad. Fue palabra de capitán. Sintetizó el sentir de una plantilla que visualiza de forma directa la dinámica ascendente en la que está sumergido el plantel, por lo que los preparadores rojillos han demostrado estar más que capacitados para seguir. Las palabras de cariño agasajaron al técnico, ya que él busca «la implicación al máximo del jugador; el querer hacer por encima del tener que hacer. Todos los jugadores han demostrado que tienen muchas ganas de trabajar; esto es lo que nos va a ayudar a tener estabilidad. Es importante que los jugadores lo vivan y ellos lo han manifestado por implicación con el proyecto y con el club».

La continuidad de Pep Cargol en el banquillo zaragozano, por ahora, es hasta final de temporada. Un plazo de tiempo en el que deberá batallar con cautela por amarrar la permanencia lo antes posible. Este objetivo pasa por la famosa premisa del partido a partido: «Lo dice Simeone, partido a partido, pero muchos otros pensábamos así antes de que lo dijera. Yo quiero seguir siendo un entrenador de club. Cuando termine este viaje que comenzamos ahora mismo veremos hasta dónde podemos llegar. Por ahora, a pensar en el siguiente encuentro», concluyó Pep Cargol.