Son las tres de la tarde hora nepalí, tres horas y cuarto menos en España. Carlos Pauner ya se ha instalado en el campamento II del Shisha Pangma. Ha terminado la fase de aclimatación del grupo compuesto por el jacetano junto a Juanjo Garra, Juanito Oiarzabal y el argentino Ariel Pertierra. Si todo se desarrolla con normalidad, el equipo intentará atacar la cima de la montaña china de 8.046 metros la semana que viene.

--¿Qué tal se encuentran ahora tras el esfuerzo de alcanzar el campo II?

--Todos estamos muy fuertes y contentos de haber llegado sin novedad a este campamento que se encuentra a 6.800 metros de altitud. Hemos tenido una jornada con buen tiempo, aunque nada más llegar al campamento se ha levantado la ventisca. Ahora estaremos a unos 17 grados bajo cero. Estamos todos muy bien.

--Han subido en una jornada desde el campamento I al campamento II, ¿no?

--Ha sido más rápido de lo que esperábamos. En tan sólo cuatro horas hemos llegado hasta aquí. Salimos de los 6.300 metros a las siete de la mañana y a las once ya habíamos cumplido los objetivos. La montaña estaba en muy buenas condiciones y ya miramos en positivo de cara a la semana que viene.

--Ahora llega el descanso y el sábado inician el descenso de nuevo hasta el campamento base. Ha finalizado por fin la fase de aclimatación.

--Estoy en una de las tiendas con Juanito. En la otra se encuentran Juanjo y Ariel. Estamos aquí las 4 expediciones puesto que hemos aprovechado la única ventana de buen tiempo que nos ha concedido la montaña. Ahora cenaré una lata de sardinas y un pedazo de queso. Mañana (por hoy) bajaremos de nuevo al campamento base.

--¿Ya han pensado en la planificación que van a llevar a cabo de cara al ataque a cima?

--Si no hay novedad, mañana (por hoy) llegaremos al campamento base. Allí estaremos reposando al menos tres jornadas. Después ya miraremos seriamente a la cima del Shisha Pangma. Creo que el próximo fin de semana podríamos hollar la cumbre si el tiempo nos respeta. El ataque final nos supondría 4 jornadas.

--¿Cómo está la montaña?

--Hasta el momento ha hecho mucho viento y mucho frío. Hay muchas placas de hielo y se puede subir rápido. Pero hizo tan mal tiempo que sólo pudimos dejar un depósito de material hace unos días en el campamento I. Lleva 20 días soplando el viento y ha barrido la nieve que había. El monte está helado. Hemos pasado mucho frío en el campamento base. Nos llegaban partes meteorológicos que indicaban que en la cima había hasta 180 kilómetros por hora y temperaturas de 50 grados bajo cero. El problema no es arriba, sino que en el campamento base llegamos a tener vientos de hasta 60 kilómetros por hora y 20 bajo cero.

--Hasta ahora no les ha respetado excesivamente la climatología

--Apenas nos ha nevado hasta el momento. Pero el viento ha sido horrible. Nos ha azotado a todas las horas del día. Es un viento muy frío que ha arrasado con todo. El único día que no sopló fue el jueves que subimos del campamento base al campamento I.

--El permiso acaba el 17 de mayo y ya empieza una lucha contrarreloj para subir la montaña.

-- Tenemos vuelo el 17 de mayo, pero lo hemos cambiado. Hemos prorrogado la extensión del permiso y no habrá problemas. Así tendremos una segunda oportunidad para hacer cima.

--¿Es mejor para ustedes al subir que la montaña tenga una gran acumulación de nieve o que esté muy helada?

--Depende de las circunstancias. Se camina más rápido, pero es más técnico ir por el hielo y hay que ir con mucho cuidado. No podemos cometer errores.

--Hace tres años ya estuvo en el Shisha Pangma. ¿Qué recuerdos le quedan de aquella aventura?

--El campamento base lo teníamos en el mismo lugar. Las circunstancias eran distintas. Fuimos en otoño, había más nieve y era más difícil abrir huella. Ahora hay más hielo y se avanza mucho más rápido. Fue una expedición gafada puesto que entre el campamento I y el base me rompí dos costillas en la morena glaciar. Y no pudieron alcanzar la cima Juanito Oiarzabal y Tolo Calafat.

--¿Cuántas expediciones hay en el campamento base?

--Junto a la nuestra hay una expedición de alemanes, otra de suizos y otra de japoneses. El campamento está en un morrena glaciar. Pero no está mal, puesto que no tenemos colocadas las tiendas sobre el hielo.

--¿En qué dedican el tiempo en el campo base esperando que bajara la intensidad del viento?

--Hacemos un poco de todo. Leemos, dormimos, hablamos, escuchamos música. Cada uno se lo monta como puede. He leído el libro Ramiro II el Monje y también hemos visto Traffic. Pero ahora llegan días de acción.