La rehabilitación de la Vuelta Aragón ha sido un enorme reto para Luis Marquina, presidente de la Federación Aragonesa de Ciclismo, que finalmente ha superado tras dos años de entrega. Este bombero de 24 meses accedió hace cinco temporadas a la presidencia regional. No fue inmediato el flechazo por la Vuelta (había temas más urgentes que solventar), pero siempre tuvo la resurrección de la ronda en su punto de mira. «Recuperar la Vuelta ha sido un bonito objetivo que necesitaba el ciclismo aragonés. Es toda una referencia para aficionados, para clubs, para corredores y para el deporte de la comunidad. No ha sido fácil, pero cuando te encuentras con un equipo como el que tengo, donde lo que prima es la ilusión, cualquier impedimento se puede superar. Formamos un equipo sensacional», señala Marquina.

La Vuelta cierra un paréntesis de trece años y reaparece con el mejor aliado que pueda tener este deporte: la televisión. A este respecto Marquina comenta: «La televisión lo es todo para una prueba ciclista. Lanzar imágenes de los corredores y del territorio por el que transitan es un combinado insuperable que encierra gran interés promocional. Turismo de Aragón ha visto en la Vuelta un procedimiento excepcional para vender Aragón y eso ha sido fundamental para recuperar la carrera con un gran nivel».

En relación con el recorrido, el director general de la prueba se siente muy satisfecho: «Con tan solo tres etapas hemos sacado un trazado muy completo. La primera etapa, en Caspe, será con un final emocionante en cuesta. La segunda con final en Zaragoza está destinada y dirigida para el disfrute de los llegadores y la tercera, con llegada en El Ampriu, aporta unos kilómetros espectaculares para el cierre de la carrera y el disfrute de los aficionados. Teníamos que tocar las tres capitales y lo hemos hecho».

Todavía no ha empezado esta edición y Marquina ya piensa en el futuro de la carrera. «Esta edición es una bienvenida al ciclismo, pero lo importante es que la prueba se consolide. Para ello, además de localizar más financiación del sector privado, tenemos dos objetivos: traer más equipos World Tour y alargar alguna jornada más. Y sobre todo hacer las cosas bien para que la Vuelta Aragón sea atractiva para los ciclistas que no están en el Giro». Pero Marquina no oculta su preocupación por lo que pueda dar de sí la carrera: «Desde el punto de vista organizativo y presupuestario estoy seguro de que no vamos a tener ningún problema. El ciclismo, tras la reciente normativa de seguridad vial, se ha convertido en un deporte muy difícil de organizar, sobre todo para los clubs modestos. En la Vuelta tenemos un potente equipo para garantizar el buen desarrollo de la carrera, con la colaboración de más de cien voluntarios de clubs, andarines y otros colectivos. Eso es fantástico porque en conjunto aportan lo más sustancial y valioso de la carrera. Son el alma».

Turismo ha tendido la mano y la Federación ha respondido. Las cifras elevan el presupuesto a 400.000 euros, de los cuales la tercera parte se va a financiar por la televisión. Sin la labor altruista del equipo organizador y los voluntarios, el presupuesto se elevaría en 150.000 más. Aragón TV y Eurosport emitirán la prueba en directo. Otras cadenas lo harán en diferido. «Emitir en directo es muy caro. Hace falta un avión, helicóptero, motos y mucho personal especializado, pero en el fondo es muy barato para los impactos que se alcanzan. La televisión aumenta el prestigio deportivo de la prueba, estimula la competitividad y atrae espectadores», dice Marquina. El esprint está lanzado. Mañana, un mosaico de veinte equipos procedentes de diez países, se situarán en Teruel tras la cinta de salida para ofertar exactamente 500 kilómetros de competición, en el inicio de un nuevo ciclo de la Vuelta.