Quique Gracia tiene 49 años y es un alpinista de cuna. El zaragozano es socio de Montañeros de Aragón desde que nació. «Julián, mi padre, ha sido del club siempre y cuando nací coincidió que era el secretario». Gracia recuerda que hace medio siglo Montañeros de Aragón era una entidad «muy familiar y nos conocíamos todos. Íbamos juntos a las excursiones en grupo. Pero se ha perdido el espíritu colectivo en todos los clubs. Cada uno va más por libre».

Gracia es uno de los cerebros de la Semana de la Montaña que se celebra desde el 8 hasta el 10 de mayo en el edificio central de Ibercaja de Zaragoza. El otro puntal es Nuria Moya, otra clásica de la entidad. «Realizo las gestiones administrativas. Es una labor de equipo, aunque manda más Quique y manda bien. El criterio deportivo lo marca él. Es un gran conocedor de la escalada y el alpinismo», explica esta empleada de Montañeros. Moya lleva 22 años de socia del club. «Entré por libre haciendo un curso de escalada y dos años más tarde empecé a trabajar de administrativa con Fran Pelayo como presidente», indica.

El ciclo comienza el lunes a las 19.00 horas con la proyección titulada Al otro lado de la cuerda, de Arkaitz Yurrita. «Es guía de montaña vasco afincado en Jaca. Es la mejor película de escalada que he visto del Pirineo. Las imágenes son espectaculares». Al día siguiente Iker Madoz presenta la conferencia titulada Escalando... Cómo y con quién. «Es navarro, presente y futuro del alpinismo». Se cierra el ciclo el 10 de mayo con Julio Viñuales, que hablará de esquí de montaña en Islandia y el Ártico de Noruega.

Gracia lleva una década como coordinador de la Semana de la Montaña, que el próximo lunes cumple su 42ª edición. El club organiza otro ciclo en noviembre. Se denomina La Montaña y sus Protagonistas. «Con los recortes ha bajado el presupuesto de los ciclos y hay que hacer maravillas para traer a los conferenciantes. Se busca entre las actividades punteras de los escaladores del año anterior, aunque no tengan nombre. También hay gente que se ofrece», indica Gracia. En noviembre se proyecta la excursión que hace el club en verano: «El año pasado fuimos a los Alpes Julianos y este a los austriacos».

Los gastos de desplazamiento se negocian con los conferenciantes. «Pero la mayoría de la gente viene de un radio cercano. Antes sí que traíamos a los punteros de Europa. Acudieron los hermanos Favresse, Patrick Gabarrou y Kurt Albert, que es de los primeros que traje y poco más tarde murió. Fue el padre de la escalada libre e hizo mucha actividad en Patagonia y la Torre del Trango». Tampoco han faltado en la Semana escaladores populares como Carlos Pauner y Manu Córdova. «Las proyecciones buenas de escaladores específicos no las conoce la gente y van a ver a los famosos. Si viniera Jesús Calleja petaría el salón, aunque para mí no tiene un interés alpinístico excesivo. También llenarían Edurne Pasabán y Álex Txikón», dice.

Gracia piensa que el interés de las conferencias de montaña ha decaído. «Zaragoza no es una ciudad de mucha cultura montañera. En Bilbao las proyecciones se llenan y también en Peña Guara porque prácticamente solo es el club en la localidad». Le gustaría tener un presupuesto ilimitado para traer a mitos. «Me hubiera gustado traer a escaladores americanos como Jim Bridwell. Pero este murió el año pasado. En los años 70 hizo varias rutas en el Capitán, en Yosemite. También Steve House. Nos pusimos en contacto con Ueli Steck, pero nos dijo que tenía la agenda completa».

Quique Gracia es uno de los mejores escaladores aragoneses en activo. «He estado en Yosemite, en la Torre de la Flor del Loto en Canadá y Marruecos. No conozco el Himalaya. Pero cerca de casa hay cosas por hacer buenas y difíciles. Lo decía Christian Ravier. Y tenía razón. De España lo que más me gusta es Riglos y también el Naranjo y Ordesa», concluye.