La bella localidad pirenaica de Ansó será este domingo el centro de atención nacional del deporte blanco con la disputa del XVIII Triatlón Invernal Valle de Ansó, prueba valedera para el Campeonato de España de la especialidad. Competirán un total de 215 triatletas a partir de las 9.30 horas con salida en la Plaza Mayor. Les esperan 7 kilómetros de carrera a pie por las calles de Ansó, 20 de bicicleta en subida tendida hasta el circuito de esquí de fondo y 7 kilómetros finales de ejercicio de esquí nórdico.

En la prueba también se disputa el Campeonato de Aragón y forma parte de la Copa de España de triatlón blanco junto a Vinuesa, Reinosa e Isaba. Se espera buen tiempo y unas magníficas condiciones de la nieve en Linza. «Una de las novedades será el segmento de carrera a pie. Antes la transición se hacía en las piscinas municipales y ahora se ha colocado en las pistas de fútbol sala. Aquí caben más bicicletas. La salida se dará desde la Plaza Mayor y serán tres vueltas a un circuito de dos kilómetros y medio», explica Michel Galay, el coordinador de la prueba.

Después comenzará la sección de bicicleta, de 20 kilómetros. Se inicia en los 800 metros de Ansó y corona en los 1.340 de las pistas de Linza. «Es una subida muy moderada y no hay pendientes fuertes. La carretera está bien asfaltada y este otoño se ha ensanchado algún tramo. El tráfico quedará cortado durante la prueba y solo podrán circular los ciclistas y los vehículos de la organización. Los espectadores deberán subir antes que los ciclistas». Una vez que lleguen a Linza, les esperan 7 kilómetros de esquí de fondo. «Tiene una subida de 200 metros, pero el resto es asequible. Se prepara el circuito con huellas para hacer el estilo clásico y el patinador». En el Campeonato de España se han apuntado 201 deportistas y 14 en la prueba Open. «Los federados pagan 35 euros y los no federados, 45 euros. Las inscripciones se cerraron el pasado miércoles».

Fue la Federación Española la que ofreció esta competición a la localidad de Ansó. «Se ha realizado muchas veces en Reinosa, pero Linza es la que mejores condiciones de nieve presenta. El ayuntamiento ya tenía la idea a la cabeza. El esfuerzo económico es importante. El presupuesto es de 20.000 euros, que se alcanza gracias a las inscripciones y la ayuda de instituciones como la Diputación Provincial y la Comarca de la Jacetania. La Federación Española también pone su parte. Aquí no podemos meter a 1.000 participantes y logísticamente es una prueba muy complicada con el cronometraje, el antidoping, el material de competición...», afirma Galay.

Esta es una prueba con una larga trayectoria. Se creó en 1988, desapareció y volvió a recuperarse en el 2009 gracias a Eloy Puigdefábregas, responsable del Espacio Nórdico Linza. Durante todo el fin de semana los establecimientos hosteleros estarán llenos de deportistas y acompañantes. «Ansó, Hecho y Fago están a tope. Vienen 49 triatletas de Madrid, 39 de Aragón, 19 de Cataluña, 16 de Euskadi, 18 de Cantabria, 14 de Navarra, 13 de Valencia, 7 de Castilla la Mancha, 7 de Asturias, dos de Galicia y también los hay de La Rioja, Extremadura y Canarias», explica.

Los aragoneses

La grandes bazas aragonesas son el bilbilitano Jesús García Colás y la zaragozana Ana Revilla. «García Colás ha estado recientemente en el Campeonato del Mundo Élite disputado en Rumanía. Para mí los favoritos en la categoría masculina son los hermanos Peio y Txomin Osoro, Sebastián Catlla, Iván Cáceres y Carlos Nieto. En cuanto a las chicas, la favorita es Ana Revilla, ganadora el año pasado de la Copa de España», afirma Galay.

Del total de participantes, 46 son chicas. El total de voluntarios es de 80. «La mayoría es del valle de Ansó y Mayencos aporta una docena. También se cuenta con Protección Civil, Guardia Civil, 9 jueces de la territorial y la asistencia sanitaria que viene de Zaragoza. Tras la carrera se organiza la comida en el frontón de Ansó y a las cuatro se entregan los trofeos en el Centro de Interpretación de la Naturaleza», añade el coordinador.

Esta modalidad tiene una participación muy controlada debido a la limitación del esquí de fondo. «Tuvo un gran impulso con el cambio de siglo pensando en si podría ser deporte olímpico. Los tres segmentos eran en nieve. Pero el circuito debía estar muy preparado porque la bici se podía hundir. Pero si está bien es espectacular», sentencia Galay.