Parecía impensable hace solo una semana que el Real Zaragoza viera en peligro una plaza de promoción, un puesto que sonaba incluso a premio menor tras la derrota del Leganés en Butarque ante el Huesca. Se miraba al ascenso directo y parecía cercano. Pero un penalti inventado y un mal partido ante el Nástic empezaron a devolver a la tierra al irregular equipo que entrena Lluís Carreras y el empate en El Alcoraz, con deshonrosa segunda parte incluida, alejó por completo la posibilidad del billete directo a la élite, también de la tercera plaza, y dejó al Zaragoza a expensas de asegurar un puesto en la lotería de los playoffs, una pelea donde hasta seis equipos --Osasuna (61), Alcorcón (61), Zaragoza (61), Córdoba (61), Girona (60) y Oviedo (59)-- están separados por dos puntos y pelean por tres sitios. Casi nada.

Así que la victoria en el último partido en La Romareda es obligada para el Zaragoza de Carreras. El técnico salió mal parado de Huesca, un empate que abrió la caja de los truenos y que confirmó que el único aval que tiene en el club el catalán es el director deportivo, Narcís Juliá, por ahora más que suficiente para seguir en su puesto. Los malos resultados siempre abren heridas, no es nada nuevo en el fútbol, y no entrar ni siquiera en los playoffs tendría consecuencias seguro para el futuro del preparador catalán, con un año más de contrato. Incluso hacerlo y no ascender es probable que no le valiera. Pero eso es futuro próximo y lo que importa es el presente, un duelo ante un Oviedo todavía más alicaído, que ya es decir, que el equipo zaragocista, un enemigo al que le sentó como un tiro la dimisión de Sergio Egea y la llegada al banquillo del exzaragocista David Generelo, que visitará por primera vez como técnico La Romareda en un momento difícil para él.

DUELO DIRECTO El Oviedo se juega en esta jornada de horario unificado su última bala para el playoff, mientras que el Zaragoza, pase lo que pase hoy, llegará vivo a la última cita, a la visita a Palamós para medirse al Llagostera. Puestos a soñar podría llegar hasta con los deberes hechos, con la promoción amarrada, si gana hoy y pierden el Córdoba en su visita al Mallorca y el Girona frente al Alcorcón. En ese escenario, la última jornada serviría para intentar el asalto a la cuarta plaza, importante para el reparto en los derechos televisivos en caso de seguir en Segunda y no menos vital para jugar la vuelta de la primera eliminatoria de playoff en La Romareda.

El empate ante el Oviedo, además de aumentar la racha negativa de tres jornadas sin perder y dos puntos de nueve, podría dejar el pase a expensas de terceros en la última jornada y seguro que se daría ese guión en caso de derrota hoy. Es más, si el Zaragoza pierde podría acabar noveno y dependiendo de una carambola en el epílogo para no quedarse fuera de la promoción, lo que sería un fracaso mayúsculo para Carreras, para su equipo y también para el club. Casi ni hace falta remarcarlo.

BUENA ENTRADA Como pasó ante el Nástic y dado que el club vendió más de 5..000 packs de entradas para estos dos partidos, se espera una buena entrada en La Romareda, rozando los 24.000 que estuvieron el pasado domingo ante el conjunto catalán, la mejor del curso, si bien el empate en Huesca ha dejado fríos a los zaragocistas. Para la cita Carreras recupera a dos fijos, ya que vuelven al once tras su sanción el centrocampista Javi Ros y el lateral zurdo Rico, a los que se echó mucho de menos el jueves. La tercera novedad es el regreso de Hinestroza, que también podría volver al once en lugar de Pedro, aunque ese cambio está más en el aire.

También tiene bajas Generelo. La más significativa la de su ariete más prolífico, ya que no estará Toché, al que le contemplan 18 dianas, por sanción. Tampoco jugará Fernández, cedido por el Zaragoza en el club asturiano y que sufrió un traumatismo craneo encefálico ante el Leganés, pero sí estará en punta el exzaragocista Linares. Diegui, Font, Jonathan Vila y Borja Valle completan la lista de ausentes en el conjunto asturiano, al que también le vino fatal la jornada entre semana. La derrota ante el Leganés destapó la ira del Tartiere, que pidió el regreso de Sergio Egea y la dimisión de Generelo, que tomó las riendas en marzo.

Al excentrocampista le está quedando fatal su primer traje en el banquillo. El Oviedo, con él, ha sumado seis derrotas en 11 partidos y solo 13 puntos de 33 posibles para alejarse del ascenso. Hoy parte su último tren, pero no llega en buen momento para subirse a él (1 punto de 18 fuera de casa lleva). El Zaragoza tiene que evitar que lo coja, descabalgarlo, porque la cita zaragocista con la promoción es absolutamente ineludible.