Carlos Caseras no para un minuto en el banquillo del Mann Filter. El preparador físico anima a las jugadoras y se deja la voz en los partidos del equipo aragonés. «Soy el alma del equipo. Vivo al cien por cien los partidos», afirma Caseras. Este zaragozano de 39 años es el veterano del grupo. Lleva ocho años en la sala de máquinas del equipo de la Liga Femenina Día dirigido por Víctor Lapeña. Llegó cuando entrenaba al equipo Álex Cebrián y jugaba en Liga Femenina 2. Allí estaba Arancha Calvo, la pareja de Caseras. «No era la mejor, pero era un referente. Y como preparador físico me llega esto más», dice Caseras. Aunque siempre recordará a una jugadora con la que compartió momentos inolvidables. «Era Teresa Seco. Lo tenía todo, cultura deportiva, clase y era el nexo de unión entre todos», reconoce Caseras.

Mucho de lo que se plasma sobre la cancha tiene que ver la labor del equipo que dirige Víctor Lapeña. Su mano derecha es Santi Pérez, el segundo entrenador y sus ayudantes son Juan Carlos Marcos y Dani Calvo. El preparador físico es Isaac Caseras y la fisio Alicia Calvo. Completan la estructura Rafa Gascón en la labor médica y Dani Rubio es el delegado.

Caseras ha trabajado con tres técnicos. «Los tres son unos locos del baloncesto. Lo viven y le dan mucha importancia a la preparación física. Con Cebrián se dio un paso para profesionalizar la sección y Gutiérrez era más analítico y buscaba más el rendimiento. Con Lapeña llegó a la máxima expresión el deporte de élite», afirma Caseras.

Santi Pérez reconoce que el gran valor de Lapeña es que «todos trabajamos en la misma dirección y somos fieles a Lapeña». Pérez destaca de Lapeña «la coordinación de los grupos de trabajo. Es un maestro en la dirección», valora.

Pérez llegó tarde al baloncesto. Se inició a los 14 años en Salesianos. «No tengo un gran curriculum como jugador. Ahora me cobro esa tardanza en volcarme con el baloncesto». Pérez tiene una labores específicas. «Estoy a lo que necesite Lapeña sobre la pista. Realizo el scouting del equipo rival y el propio. Me ayudan Marco y Calvo», indica Santi Pérez.

La preparación física es una piedra angular en el Mann Filter. «Realizamos siete sesiones a la semana, cinco de ellas en el pabellón Sigo XXI. Hacemos las sesiones necesarias para que las jugadoras estén bien y no lleguen cansadas a los partidos», reconoce Lapeña. Alicia Calvo y el propio Isaac Caseras tiene muy claro su papel. «Ambos somos especialistas y también un poco psicólogos. Tengo que adaptar la preparación a todo lo que se hace sobre la pista y que la jugadora alcance su máximo rendimiento en el partido», cierra Caseras.