La indignación sigue muy latente en el Real Zaragoza con el arbitraje de Figueroa Vázquez ante el Nástic, al que el club aragonés no desea ver nunca más pitándole. Pero la SAD, más allá del profundo malestar con el colegiado, que hará llegar de alguna manera a Sánchez Arminio, presidente del Comité de Árbitros, preparó la batalla legal para intentar que la injusta expulsión de Borja Iglesias antes del descanso quede sin efecto en forma de sanción y confía en que pueda estar en Oviedo el próximo lunes. Se van a enviar hoy las alegaciones ante Competición, que decide mañana, por las dos tarjetas del ariete, se tiene intención también de hacerlo con la de Febas y se dará la versión de lo sucedido con Cuartero.

En el Zaragoza tienen presente que lo que pasó con este colegiado en mayo en Oviedo, donde expulsó por perder tiempo a Ratón, le costó al trencilla un tiempo de ostracismo. Quizá por eso la justificación de las formas que exhibió el árbitro el domingo con varios zaragocistas, pero ahí no existe ninguna base legal.

Sí la tienen las alegaciones por las tarjetas a Borja y a Febas, con pruebas de vídeo incluidas. La primera que ve Borja es por protestar y la segunda por el teatro de Dimitrievski, con el que también existe un tremendo enfado en el club. El portero se tiró al suelo sin que el ariete lo tocara.

Al Zaragoza le pide el cuerpo pedir una sanción al meta. No lo hará porque no serviría de nada. En este tipo de casos Competición no entra de oficio y no será sancionado, cuando este tipo de conductas en la Premier, por ejemplo, sí se castigan con dureza. Por esas cosas del destino, la plantilla del Nástic asistió ayer al taller de buenas maneras que imparte la Liga a todos los equipos.

«¡Orgulloso de este equipo! Un punto que sabe a poco, pero queda mucho y vamos a pelear por nuestro sueño pase lo que pase», puso Borja en su Twitter ayer. No hizo referencia a la expulsión, de la que sí habló el capitán del Nástic, Xavi Molina, reconociendo que esa roja influyó en el partido. «Yo estoy marcando a Borja, él me da con el culo hacia atrás para despegarse de mí. No es un golpe, Borja toca a Dimi con el codo pero el árbitro no sabe con qué intensidad se ha podido dar», dijo Molina, que sí añadió sobre la acción que «Borja con una tarjeta no puede hacer eso».

IMÁGENES CLARAS

En el acta Figueroa Vázquez puso que la segunda amarilla, en el minuto 44, la que provocó su expulsión, fue «por soltar el brazo a un contrario de forma temeraria mostrando desconsideración con el mismo, no estando el balón en juego», lo que directamente está lejos de la realidad tal y como se ve en las imágenes. La primera que ve el ariete es por protestar, pero no protesta según consta en el vídeo. Lo que sí hace es ponerse delante del saque tras la falta que él comete sobre Abraham. Con todo, las amarillas por protestar no suelen ser quitadas por los comités. Por ese motivo la vio también Febas en el 36. El jugador mira al árbitro, cabecea y hace un ligero movimiento con los brazos. Pero no dice ni palabra.

Mientras, Cuartero fue señalado por el árbitro, que puso que se dirigió a él y le siguió diciéndole: «¡No le ha dado, te lo has inventado!». Además, asegura el acta que tuvo que ser apartado por las fuerzas de orden público.

El club mandará su versión de unos hechos donde había testigos y que difiere en algunos puntos de lo expuesto en el acta sobre el director general. Cuartero ya vivió un episodio similar en el Numancia-Zaragoza de la 15-16 con López Amaya. El comité abrió un expediente informativo y archivó el caso sin sanción económica. A una multa es a lo que se expone ahora.