Los regresos de Alberto Zapater, que congregó a 5.000 zaragocistas en su presentación, y de Cani, que puede hacerse oficial la próxima semana ya que está muy avanzado, han supuesto la regeneración de buena parte de la ilusión perdida por los aficionados la pasada temporada, especialmente tras el estrepitoso fracaso de Palamós. Ese era uno de los objetivos del Real Zaragoza con estas primeras contrataciones de dos hijos pródigos y ahora el club espera que esa ilusión tenga un reflejo tangible en un aumento del número de abonados de la entidad.

El Real Zaragoza se ha estancado los dos últimos curos en poco más de 20.000 abonados, aunque la asistencia habitual en La Romareda la pasada temporada rara vez alcanzó esa cifra. Contar con una importante masa social se entiende como fundamental por la entidad para que el equipo esté arropado en los partidos de casa y para poder aumentar también los ingresos por esa vía. A falta de resultados deportivos con los que atraer a los aficionados --el próximo será el cuarto curso consecutivo en Segunda División-- el Real Zaragoza ha apostado por buscar la ilusión del zaragocismo de otra manera y espera que el regreso a casa de Zapater y Cani sea el banderín de enganche que haga crecer el número de seguidores.

El club aragonés ha perdido abonados paulatinamente en los últimos doce años, desde que en la temporada 2004-05 alcanzara su tope histórico de 30.400 seguidores con carnet. La suma de malos resultados deportivos, la falta de identificación con jugadores y equipo y la gestión destructiva de Agapito Iglesias dieron como resultado una desconexión con la grada que, en parte, dejó de sentir el club como suyo. Además, la crisis económica tampoco ayudó.

Los dos descensos deportivos implicaron dos enormes bajadas en el número de abonados. Tras perder la categoría en el 2008 --año en el que el equipo jugó la UEFA-- se dieron de baja más de 7.000 seguidores (de 29.300 a 21.900) que no se recuperaron. El inmediato regreso a Primera devolvió poco más de 3.000 abonados. En el último descalabro a Segunda División el club ya contaba con un número reducido de aficionados (21.500) y perder la categoría implicó un hito histórico con tan solo 16.000 abonados en la temporada 2013-14. El cambio en la propiedad del club hizo creer a la afición que todo iba a cambiar y el número aumentó hasta los 20.000. Pero la realidad es que el Real Zaragoza sigue en Segunda División y que el desencanto del aficionado continúa. Por eso ha vuelto Zapater y volverá Cani, para recuperar la ilusión.