El Real Zaragoza tiene hasta el próximo jueves para presentar un recurso de casación ante la Sala de lo Social del Tribunal Supremo o readmitir a los 182 trabajadores que había despedido a través del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), promovido por el club a finales del 2014, tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) de declararlo nulo. Ahora mismo todo apunta a que el club aragonés no recurrirá ante el Tribunal Supremo. El juicio tuvo lugar el pasado 19 de enero y el martes de esta semana se dio a conocer la sentencia del TSJA.

Si recurre podría solicitar incluso la suspensión cautelar de la sentencia, pero, si al final vuelven a fallar en su contra, tendría que readmitir a los trabajadores y pagarles todos los meses que hayan trascurrido desde que fueron despedidos. En ese caso habría pagado dos veces, porque también debe seguir liquidando las cantidades pactadas con Coviar, que es con la empresa que han externalizado los servicios que realizaban los empleados despedidos. Estos últimos tendrán que devolver las indemnizaciones que hayan cobrado en el momento que sean readmitidos. Todos ellos han recibido 20 días por año trabajado con un máximo de 12 meses.

Los 182 trabajadores (160 fijos discontinuos y otros 22 fijos) despedidos a través del Expediente de Regulación de Empleo fueron despedidos en noviembre. Por ese motivo, en el momento que sean readmitidos, el Zaragoza se verá obligado a pagarles ya la nómina de tres meses. Eso le supondría ya al club un desembolso que ronda los cien mil euros. A esa cantidad hay que añadir lo que ya ha tenido que pagar a Coviar. Desde el club se asume que las posibilidades de que la Sala de lo Social del Tribunal Supremo pueda fallar a su favor en el caso de presentar un recurso de casación son prácticamente nulas, porque este tribunal no revisaría el proceso desde el principio si no que se atendría a los argumentos utilizados por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón para emitir su sentencia.

El Zaragoza, no obstante, según el comunicado emitido el martes por el club, acataba la sentencia dictada por el TSJA, pero indicaba que "no renuncia al imprescindible proceso de modernización del club ni de sus estructuras organizativas ni de funcionamiento, cuestiones fundamentales para garantizar el futuro de la sociedad". El club planea utilizar otras fórmulas para terminar reduciendo personal. Con el ERE, según fuentes de la entidad, se iba a producir un ahorro de 500.000 euros. El estadio de La Romareda, por ejemplo, se abre ahora con 90 trabajadores y antes se hacía con 160 fijos discontinuos.