No era un año cualquiera para la Marcha Plan d’Están. Era un curso irrepetible para la Agrupación Deportiva Hospital de Benasque, el club organizador del evento. Este mismo invierno se ha producido un evento histórico puesto que el valle de Benasque ha contado con su primer deportista olímpico. Es Martí Vigo. El esquiador nacido en Sesué se formó como deportista en las pistas de los Llanos del Hospital, es un socio de la agrupación y ha ganado en muchas ocasiones la marcha. Vigo compitió en los Juegos de Corea en la modalidad de esquí de fondo. «Martí es un referente para el club, en el valle y en todo Aragón. Se ha criado con nosotros y todos nos sentimos olímpicos. Pronto volverá a su casa y prepararemos algo gordo», explica Víctor Mur, el director técnico de la XX Marcha Plan d’Están.

En un paraje espectacular, a 1.600 metros de altitud, a la sombra de tresmiles como el Aneto, la Maladeta, el Perdiguero y el Alba, se disputó esta prueba, una de las más importantes del calendario del esquí de fondo español. Además tenía un valor especial puesto que se jugaron los títulos del Campeonato de España de larga distancia a partir de la categoría U-20. «Estuvo cinco días seguidos nevando y la calidad de la nieve era polvo y estaba en perfectas condiciones. Además había muchísima cantidad. Y toda la jornada del domingo fue muy soleada», explica Víctor Mur.

Al final compitieron 315 esquiadores. «Eran más de los que esperábamos. Pero este año que fuera Campeonato de España tuvo su efecto negativo. Siguiendo el reglamento de la FIS eliminaron las categorías de U-16 y U-18. Pero se animaron las inscripciones en la categoría popular», afirma el director de la prueba.

Las vísperas se marcaron con banderitas, balizas y carteles los tres recorridos de 10, 15 y 30 kilómetros. «El domingo por la mañana se montó el pabellón de salida, una explanada enorme con 11 calles, cinco carpas y el control de salida y llegada. También había un avituallamiento generoso con frutos secos, caldo, arroz con leche, bizcocho, chorizo y longaniza. No creo que haya ningún sitio igual en España», apunta.

Una de las características de la Marcha Plan d’Están es que se celebra en el estilo clásico. «El responsable de la pista es Mario García. El jueves terminó el temporal y su trabajo ha sido extraordinario. La labor de la máquina no es solo marcar y trazar, sino deshacer los ventisqueros. Los últimos días el trabajo se multiplica y el club cuenta con 45 voluntarios», sentencia Mur.

Gran experiencia

La agrupación lleva ya varios años de experiencia organizando la carrera. El iniciador fue el Club Montaña Pirineos y llegó a contar en sus mejores años con medio millar de participantes. «Intentamos interesarnos por los errores que cometemos para que la gente se quede contenta. La entrega de dorsales lleva mucho trabajo y se tiene que hacer en poco tiempo». Pero lo menos controlable es la climatología. «Condiciona sobre todo en los puntos más lejanos. Ha habido años de temporal y de ventisca y la gente lo pasa mal. No es lo mismo que a pie de pista haya una cafetería, que a 2.000 metros, donde la situación puede ser crítica. La buena organización, el circuito adecuado y la climatología benigna hacen que la gente acabe contenta».

El circuito de 15 y 30 kilómetros subía a la base de la Besurta. «No es muy exigente, pero hay que esquiar bien, aunque no se tiene que ser un profesional para disputar la marcha. Aquí participa un porcentaje alto de populares». Aragón tuvo bastantes podios. «Se echó en falta a corredores catalanes. De la agrupación competimos 70 esquiadores. Ya en la Marcha Beret fuimos el club con más participantes, con 45 inscritos», reconoce.

La marcha está cerca de su techo. «Podemos alcanzar los 350 participantes porque los podemos atender mejor. Con más de 400 habría problemas. De momento aumentamos cada año y eso quiere decir que hacemos las cosas bien. El que queda contento se lo dice al amigo y es una publicidad positiva», concluye.