Para entender la cercanía que existe entre dos personas basta a veces un gesto. La cariñosa despedida entre Aleix y Javier Sánchez Jara revela que entre ambos hay una complicidad absoluta, que el exjugador de Barcelona, Sporting, Osasuna, Racing o Betis es mucho más que un amigo del padre del jugador zaragocista. Vecino de Almacellas, con un hijo que juega también en el Lleida con el hermano de Aleix, aunque lo hace en cadetes, Sánchez Jara ha compartido con la familia Febas todo el crecimiento futbolístico del jugador zaragocista.

«Le he aconsejado todo lo que he podido, a él y a su familia», dice el exjugador azulgrana, que llegó a La Masía en 1983 y que solo pudo jugar una temporada en el Barcelona, en la 94-95, con Johan Cruyff como técnico. Allí le tapaba el sitio en el lateral el Chapi Ferrer, con el que después ha sido segundo entrenador en el Mallorca y, más recientemente, en el Córdoba. Ahora, juega en el Barcelona Legends, con los veteranos del equipo azulgrana que también dirige Ferrer. «Cuando yo me fui a la cantera del Barcelona ni los clubs ni el fútbol en sí tenían mucho que ver con lo de ahora», asegura.

«Aleix es un jugador diferente, pero lo fue desde muy pequeño y que además se maneja bien en situaciones difíciles, bajo presión. Hay pocos que tengan eso», explica Sánchez Jara, que llegó a jugar 93 partidos en Primera y hasta 168 sumando a esos los que disputó en la categoría de plata. En su palmarés figura una Supercopa de España con el Barcelona. «Tiene ocho o diez metros de arrancada que son espectaculares, eso es algo que un entrenador lo valora mucho porque te hace que puedas romper líneas del rival».

Sánchez Jara ya ha estado en La Romareda para ver a Aleix en el Ciudad de Zaragoza contra el Eibar y en el partido contra el Granada de Liga. Además, ve todos encuentros con la famila Febas, cuando esta no viaja a la capital aragonesa. «Que en Aleix había un jugador de Primera yo lo tengo claro desde hace mucho tiempo. A los 15 años ya se veía muy claro. Además, él ha jugado mucho de niño en la calle, junto al campo del Almacellas, y tiene ese desparpajo que genera un futbolista diferente», añade.

Espíritu competitivo

Sánchez Jara colgó las botas en el 2003 y reside en Almacellas, con un contacto diario con la familia Febas, ya que el padre de Aleix y él se turnan para llevar a sus hijos a entrenar con el Lleida. «Lo que más me llama la atención de Aleix es su madurez, el espíritu ganador que tiene y que es muy competitivo. Posee esa mala hostia del ganador, él quiere jugar y quiere ganar», sentencia el exfutbolista del Barcelona, que fue también importante en la decisión de Aleix de llegar al Zaragoza. Siempre aconsejó a su padre que el mejor escenario para la carrera del chico era La Romareda. Y al final tanto su opinión como la de su agente, Dani, con el que juega en el Barçelona Legends, resultaron decisivas.