La duda de si Matteo Contini jugará hoy ante el Sevilla solo se resolverá antes del partido. El central, que arrastraba molestias por una fascitis plantar, se quejó de los adductores durante la sesión a puerta cerrada en La Romareda y de inmediato se le hicieron las pertinentes pruebas médicas. Extraoficialmente, se supo que esas pruebas no habían arrojado ninguna lesión de gravedad y los servicios médicos establecieron su presencia "dependiendo de sus sensaciones y de la evolución de sus molestias". Oficialmente, el Zaragoza no hizo reseña alguna en su web del resultado de los exámenes médicos, algo que no es habitual, y se remitió a lo dicho por José Aurelio Gay durante la rueda de prensa.

SIN PARTE MÉDICO "Contini tiene unas molestias en el adductor, que le han ocurrido en este entrenamiento y se le han hecho unas pruebas. En principio, va a entrar en la convocatoria y vamos a ver si podemos contar con él", se limitó a comentar el técnico ante los medios de comunicación. Fue escueto y, seguramente, calló más de lo que dijo. El caso es que Contini asegura que tiene dolor en el adductor, algo que solo sabe él, y ha sembrado la incertidumbre sobre su participación en el partido ante el Sevilla. Eso sí, hace tiempo que el jugador italiano lleva arrojando dudas sobre su rendimiento. Concretamente desde que empezó la temporada.

El nivel del defensa italiano no es ni de lejos el del curso pasado. Arribó a la pretemporada pasado de peso, ha tenido la mente puesta en Italia, con problemas de índole personal, y su rendimiento no es acorde a la apuesta que hizo el club en él. El Zaragoza, con su triste economía, se jugó su mayor inversión (dos millones) en ejercer la opción de compra. Gay ya lo expulsó de un entrenamiento por no estar mostrando la intensidad necesaria y se le ha intentado, a través del cuerpo técnico y de sus compañeros, recuperar para la causa.