Explicaba ayer Narcís Juliá, director deportivo, que en el tránsito desde la Ciudad Deportiva hasta las oficinas del Zaragoza, en ese puñado de kilómetros, "se pierden muchas cosas", una reflexión acompañada de un deseo, que las instalaciones de la carretera de Valencia sean el corazón del club. Añadan esa reflexión a la de Ramón Lozano, nuevo director de cantera y buen conocedor por experiencia propia de esta realidad, que recalcó que tiene, por primera vez, el privilegio de asistir al cambio estructural de que todas las "cabezas pensantes" en el fútbol del Zaragoza y de sus categorías inferiores se reúnan en el mismo espacio físico.

Desde su llegada en diciembre, Juliá dibujó en los últimos meses un nuevo escenario, un plan director para la cantera, una idea clara donde prima el futbolista, su formación. La realidad económica, sobre todo si el ascenso la acelera, irá dando forma a ese boceto, pero los primeros pasos ya se han dado.

La Ciudad Deportiva, patrimonio del club sujeto a dos hipotecas, una como garantía con la Agencia Tributaria y otra con diferentes entidades bancarias por un préstamo sindicado, va a ser ese corazón del Zaragoza que quiere Juliá. Por eso, su primera medida en la velocidad a medio y largo plazo, distinta a la de las urgencias del equipo por ascender, fue remodelar las oficinas para que él y su adjunto, Albert Valentín, trabajen en esas instalaciones, lo mismo que Lozano, que Ángel Espinosa, nuevo coordinador de fútbol formativo, que Javi Suárez, y los integrantes de la secretaría técnica que lleguen en un futuro, que llegarán, que Pedro Suñén, que Álex Monserrate, que todos los entrenadores de categorías inferiores... También ese nuevo cargo que debe definir Juliá y que sea el encargado de materializar técnicamente y pragmáticamente las ideas. Todos en el mismo espacio, para ahuyentar compartimentos estanco y mejorar sinergias.

LOS PASOS A DAR

Es el primer paso y no es baladí. Desde luego que no. Después, hay todo un proyecto ambicioso que está, claro, condicionado por la realidad económica del club, que en Primera permitiría una velocidad mayor. El proyecto es construir un pequeño estadio en la Ciudad Deportiva que albergaría los partidos más importantes de la cantera, empezando por los del filial. Para ello la SAD ha encargado un estudio a un grupo de arquitectos sobre la distribución de campos y estructuras de las instalaciones para que sean lo más funcionales posibles.

Avisan tanto Juliá como Valentín que de momento el objetivo es el futbolista de Aragón, pero en un futuro hay que tratar de importar talento y para eso es vital una residencia de jugadores propiedad del club. También está en el proyecto. No será, por cuestiones prácticas, en la misma Ciudad Deportiva sino en el núcleo urbano. Ahora, la entidad tiene un convenio con la residencia Ramón Pignatelli.

La base del plan director es el jugador, su formación a todos los niveles para que puedan llegar a la élite, darles todas las herramientas para ello, desde las instalaciones o el apartado médico hasta la comida. El club, como explicó Valentín, va a mejorar sus bases de datos y programas informáticos y, sobre todo, los va a centralizar, para que todos los técnicos vuelquen su información en un espacio común. Información física, contractual, nutricional, formativa... Todo en una misma base que no haga que la salida de un técnico de la cantera sea también la de los datos que maneje.

Juliá no quiere autómatas, sino jugadores que sepan tomar sus propias decisiones en el campo dentro de una filosofía futbolística y desea que todo el trabajo de los entrenadores esté supeditado al jugador. No le interesan técnicos resultadistas. Lo justificó Valentín de forma clara, señalando que no van a coger a un grupo de entrenadores y le van a asignar unos equipos, sino que el proceso es inverso. Primero se trata de definir el perfil de cada técnico en una categoría y después buscar el candidato ideal, que puede estar ya en el Zaragoza o no.

Lleva tiempo Juliá expresando su intención de evitar que los jugadores jóvenes se marchen a clubs como Villarreal, Valencia, Sevilla, Espanyol... El Madrid, el Barça y la Premier ya es otro cantar, imposible de cerrar esas vías, quizá hasta aconsejable no hacerlo. Pero sí las otras. Para eso, es vital que sus ideas se plasmen y que se hagan tangibles para los niños y para sus padres. Dicho de otro modo, que haya cola por ir a la Ciudad Deportiva.

Y es básico que entre los clubs deportivos de la capital y de Aragón y el Real Zaragoza haya una buena sintonía, que no la vean como una entidad avasalladora. El Zaragoza va a fomentarlo, les invitará a sus instalaciones, hará charlas formativas, reuniones para compartir trabajos. "Si los clubs de Aragón son mejores, nosotros seremos mejores", dice Juliá. Ser mejores y poner la idea y las herramientas. Y el corazón, en la Ciudad Deportiva.