El delantero del Tottenham Heung-Min Son se marchó entre lágrimas del Mundial de Rusia. Pese a lograr una histórica victoria frente a Alemania en la última jornada de la fase de grupos, la selección de Corea del Sur no logró su obvjetivo de pasar a octavos de final, un logro que habría permitido a los jugadores quedar exentos del servicio militar obligatorio. En realidad, buena parte de los integrantes del equipo coreano ya habían eludido ese engorroso compromiso al haberse proclamado campeones en los Juegos Asiáticos del 2014, pero Son había declinado asistir a aquel torneo. A sus 26 años, al jugador de la Premier le quedaba una última oportunidad de esquivar la mili: que Corea del Sur revalidara la medalla de oro en los Juegos Asiáticos en Indonesia. Y lo acaba de hacer, al ganar 2-1 en la prórroga a Japón en la final.

Después de mantener la igualdad en los primeros 90 minutos, el equipo coreano se ha impuesto en la prórroga, con goles del exbarcelonista Lee Seung-Woo y de Hwang Hee-Chan, ambos tras sendas asistencias de Son, que ha lucido el brazalete de capitán. Japón ha recortado distancias por medio de Ueda, pero ya no ha podido evitar la victoria de Corea del Sur. Con el pitido final, el jugador del Tottenham, que estaba en el banquillo tras ser sustituido en el minuto 120, ha estallado de júbilo y ha sido felicitado por todos sus compañeros.

Son, que renovó en julio su contrato con el equipo londinense hasta el 2023, se exponía a ver su carrera en la Premier finiquitada, puesto que el servicio militar en Corea del Sur dura entre 21 y 36 meses, un paréntesis del todo excesivo para un futbolista profesional de su edad.