César Láinez tuvo valor a la hora de coger las riendas del primer equipo y ayer recordó que no fue un paso fácil. Aunque no cree «que sea el mejor entrenador que ha pasado por el Zaragoza», a lo largo de su historia, sí considera que es «el que más responsabilidad ha tenido». «Estamos jugando con 85 años de historia a nuestras espaldas, con un equipo que estaba muy tocado y nosotros no habíamos entrenado en Segunda División. Teníamos un bagaje en Segunda B y Tercera, pero no nos habíamos enfrentado a este reto profesional», agregó el entrenador.

Por ello, a pesar de haber logrado ascensos y trofeos, «si se consigue la salvación será el título más grande que seguro pueda recordar con el Real Zaragoza», comentó con seguridad. Ante el Rayo Vallecano, en caso de triunfo, superará la barrera de los 50 puntos y podría llegar la permanencia de manera matemática, algo que le permitiría «dormir por la noche». El técnico considera que el equipo tiene «la obligación de sumar de tres en tres o de uno en uno» mientras el resto de equipos tengan posibilidades de alcanzar en la tabla al Real Zaragoza.

El Rayo, rival peligroso / El entrenador aragonés no se fía del equipo dirigido por Míchel a pesar de estar tan solo un punto por encima en la clasificación. «Si juega Manucho pueden optar por jugar más directos, pero cuando juegan Javi Guerra, Ebert o Embarba son un equipo mucho más posicional. Por dentro están Comesaña y Fran Beltrán, aunque tienen la baja de Trashorras, que también la pueden notar. Si Chechu Dorado juega atrás les da una buena salida de balón y Álex Moreno tiene mucho recorrido. Tienen muchas alternativas y ya veremos a ver qué propone Míchel de cara a este partido», explicó Láinez.

De todos modos, el técnico recordó que el Rayo también está en la zona baja y que «no se puede relajar» a pesar de que «es un equipo con empaque, experiencia, fútbol y con varios jugadores que han jugado en Primera».

Además, el calor será otro factor fundamental que tendrá mucho que ver en el devenir del encuentro. Sobre esa circunstancia, Láinez afirmó que «jugar a las cuatro de la tarde es un hándicap importante por el desarrollo de los 90 minutos. Al final de temporada es difícil que el ritmo se mantenga y más con la que está cayendo en Zaragoza esta semana». De todos modos, el entrenador incidió en que «el calor va a ser el mismo para nosotros que para el Rayo», así como que será «importantísima la gestión del partido, los ritmos que se puedan llevar y saber jugar con o sin balón para no desgastarse más de la cuenta».

Crecimiento / Para el exportero, a pesar de que «el partido que menos pudimos sacar por los méritos fue el de Oviedo, el equipo ha crecido desde el balón y en eso tenemos que seguir». Eso ha permitido que, desde su llegada al banquillo del primer equipo, solo se hayan cosechado dos derrotas en nueve partidos «en las que creo que fuimos superiores o iguales al equipo contrario».

Además, también es importante para Láinez «que todo el mundo nos dé cosas y tener 17 o 18 jugadores que puedan aportar 90 minutos al equipo». En ese aspecto se mostró contento ya que «cualquiera está preparado para salir y hacerlo perfectamente».

Por último, el técnico quiso dar las gracias a la afición ya que contra el Cádiz «el equipo creció desde la grada». «Cuando se ve que el equipo tiene que arrear e ir hacia delante, el no oir ni un pito y sí unos aplausos hace que los jugadores crean más a la hora de jugar en campo contrario, no conceder ocasiones y recuperar pronto la pelota tras la pérdida», añadió.