Cristiano Ronaldo dio otro paso para jugar mañana ante el Bayern Múnich en el choque de ida de las semifinales de la Champions. El astro portugués se ejercitó junto a sus compañeros y completó la sesión. Todo lo contrario que Gareth Bale, que no estuvo en el entrenamiento por culpa de una gripe. Nadie duda de que ambos jugadores saltarán mañana al césped del Bernabéu para encarar el choque ante los de Pep Guardiola.

Las dos noticias de la mañana en el Madrid tenían signos bien diferentes. Cristiano, el más esperado, comenzaba a olvidar casi definitivamente su percance en el tendón rotuliano y, posteriormente, la rotura de fibras en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Después de que se retirara del campo en el encuentro de ida ante el Borussia, el 2 de abril, el astro portugués volvió a tener ayer buenas sensaciones. Disparó a portería y corrió con total normalidad en una sesión en la que estuvo acompañado por sus compañeros.

Espectador en la final de Copa, Cristiano se ha mostrado ansioso por volver a ayudar a su equipo. Ahora, lo volverá a poder hacer en el momento clave de la temporada. El regreso de la estrella portuguesa al equipo supondrá la salida del malagueño Isco, que ayer cumplió 22 años. Ramos también trabajó con normalidad. La mala noticia tuvo que ver con Bale, el héroe de la final de Valencia con su espectacular y explosiva carrera que terminó en el tanto del triunfo de su equipo. El galés sufre un proceso gripal. Pese a ello, nada indica que Bale se quede hoy fuera de la convocatoria. El exjugador del Tottenham se ha convertido en una pieza fundamental en el equipo blanco, que quiere volver a explotar los contragolpes.