Cristiano Ronaldo se reincoporó ayer a los entrenamientos con el resto de la plantilla, que le ha recibido con los brazos abiertos tras una pretemporada decepcionante (dos derrotas y dos empates en Estados Unidos) en la que Benzema y Bale no han sido capaces de marcar un solo tanto. Ha vuelto el goleador portugués tras unas vacaciones rematadas con su comparecencia en el juzgado a echar balones fuera sobre el fraude fiscal de 14,7 millones del que se le acusa. Un interrogatorio que aprovechó para alimentar la incógnita sobre su futuro sin haber reafirmado su voluntad de seguir en el Madrid.

Desde que el 16 de junio A Bola soltara la bomba de que Ronaldo quería dejar el equipo blanco de forma inmediata, el jugador portugués no ha abierto la boca más que para decir a la juez que le gustaría volver a Inglaterra, donde nunca tuvo problemas. No especificó cuándo, ni si sería para continuar allí su carrera ahora que es seguro que no será el PSG el que haga saltar la banca con su fichaje, como se habló cuando el periódico portugués aseguró que su etapa blanca tocaba a su fin.

Tampoco será su destino el Manchester United, el rival en la Supercopa de Europa el martes en Macedonia y la otra gran opción que se le podía abrir en caso de dar un paso que ni Florentino Pérez ni Zinedine Zidane quieren imaginar. Por quien suspira José Mourinho es por Bale, pese a que el agente del galés, Jonathan Barnett, aseguró en la BBC Sport que ve «ridícula» y «estúpida» la insistencia en especular con el traspaso del jugador. Una declaración que no disuadió en absoluto al Daily Star de abrir su sección de deportes con la noticia de que Bale está en venta y el United ofrece por él 100 millones de euros, más o menos la cantidad que el club blanco pagó al Tottenham en el 2013 pero que ahora considera insuficiente.

La prohibición

Otro diaro británico, The Sun, desvelaba que el Madrid ha prohibido a Bale jugar al fútbol en el campo que se ha hecho junto a su mansión en Gales. El seguro contratado por el club blanco no cubre una hipotética lesión del jugador en ese caso. Hasta ese punto llega la psicosis madridista a causa de la fragilidad física del futbolista galés.

Zidane, mientras tanto, no deja de arroparle, lo mismo que a Ronaldo, aunque todo lleva a pensar que Bale es de, los tres de la BBC, quien más posibilidades tiene de marcharse en el caso de que el Madrid se lance definitivamente a por Mbappé. Lo que no quiere bajo ningún concepto el técnico francés es tener a los cuatro porque el reparto de minutos entre ellos podría convertirse en una fuente inagotable de conflictos.

Los canteranos Luca Zidane y Achraf reforzaron al primer equipo en el entrenamiento que comenzó con trabajo físico, ejercicios de posesión y circulación de balón, el ensayo de la puntería con remates a portería y un partido final. El presidente Florentino Pérez presenció la parte final de la sesión y saludó a todos los jugadores más el cuerpo técnico, dándoles la bienvenida tras su estancia en Estados Unidos.