Sin lesiones de por medio, como la temporada pasada, Cristiano Ronaldo sale a casi un gol por partido en los inicios de cada campaña, por lo que la sanción de cuatro encuentros de suspensión que ha tenido que cumplir en la Liga ha supuesto que el jugador portugués haya dejado de marcar cerca de cuatro tantos en los cuatro primeros partidos de la competición. Con ellos, quizás el Madrid no hubiese pinchado contra el Valencia y el Levante y estaría emparejado con el Barcelona en la cabeza, con pleno de triunfos.

El caso es que, como la jornada anterior, el conjunto madridista vuelve a correr el riesgo de acabar la quinta a seis o siete puntos del líder si no gana esta noche al Betis en el Bernabéu y el Barça sí lo hace ante el Eibar. Un peligro que admite Zinedine Zidane, aunque, con el goleador portugués de vuelta, supone que la capacidad realizadora del equipo puede aumentar sensiblemente.

«Le veo contento, muy feliz. Lo que le gusta es estar con el equipo y con sus compañeros. Lo volvemos a tener en la Liga en casa y a todos les gusta estar en este estadio», dijo ayer el técnico francés.

Le ve con ambición máxima, con ganas renovadas de seguir demostrando que puede continuar como el realizador más letal. «Los datos hablan por sí solos. No hay jugadores que consigan marcar tantos goles y tan decisivos como Cristiano o Messi. Es lo que hace la diferencia con los demás. Será muy difícil que Cristiano mejore sus estadísticas, pero es muy ambicioso, quiere demostrar cada día que es el mejor y no me extrañaría que las mejorase», afirmó Zidane.

Con el regreso de Ronaldo, Zidane se verá obligado a reajustar de nuevo el ataque y Borja Mayoral es el principal candidato a volver al banquillo, pese a su papel determinante en el triunfo en Anoeta. Bale seguirá y el preparador blanco dejó caer que los pitos recibidos por el galés en los últimos partidos en el Bernabéu pueden venirle hasta bien para ofrecer una mejor imagen,