El secretario de Estado para el Deporte, José Ramón Lete, y los presidentes de las 19 federaciones territoriales han coincidido plenamente en la necesidad de exigir a Ángel María Villar su dimisión como presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), puesto del que fue suspendido cautelarmente durante un año por el Consejo Superior de Deportes (CSD) por su implicación en la Operación Soule, que le llevó a prisión, de la que salió en libertad con cargos bajo fianza de 300.000 euros.

Tras la reunión celebrada en la sede del CSD con el presidente de la RFEF en funciones, Juan Luis Larrea, y los presidentes de las territoriales, Lete ha explicado que ha habido "unanimidad y absoluto consenso en que la mejor de las soluciones sería la dimisión de Villar. Abriría un mecanismo de sustitución establecido en los estatutos que permitiría la convocatoria de elecciones y "la presentación de los candidatos que creyeran conveniente dar un paso al frente".

Tutela del CSD

El secretario de Estado para el Deporte ha reiterado que la mejor salida para acabar con la situación insostenible que vive la Federación es abrir cuanto antes la vía para que se celebre un nuevo proceso electoral, que pasa inevitablemente por la dimisión de Villar. En el caso de que esta no se produzca, se ha valorado la posibilidad de la presentación de una moción de censura, que tendría lugar en noviembre.

Juan Luis Larrea y José Ramón Lete durante la reunión en el CSD / MARISCAL (EFE)

El CSD, que el 25 de julio acordó suspender cautelarmente a Villar por un año, establecería una tutela que supondría, entre otras medidas, el desplazamiento de funcionarios a la ciudad deportiva de la RFEF para que, al amparo de la Ley del Deporte, pudieran controlar, inspeccionar documentos y garantizar en suma el correcto funcionamiento del organismo federativo.

Asamblea federativa

Lete ha insistido en que esta tutela es compatible con que el CSD quede al margen del proceso electoral y ha garantizado que el Consejo no apoyará a ninguno de los candidatos que tome la decisión de presentarse a unas elecciones para las que no habría que convocar antes otras a la asamblea de la RFEF. "Salvo que un juez determine otra cosa, la asamblea actual es legítima y las elecciones serían con la asamblea actual. El posible candidato no tiene por qué ser miembro de ella", ha explicado el secretario de Estado.