El técnico francés del Real Madrid, Zinedine Zidane, has confesado que cuando era jugador se dijo a sí mismo que «jamás sería entrenador» pero que tras retirarse cambió de opinión. «Cuando me retiré como futbolista me dediqué a otras cosas. Aunque siempre estuve dentro del fútbol y cerca del Real Madrid, me di cuenta de que el lugar donde realmente quería estar era en el campo. Entonces empecé a prepararme para convertirme en entrenador. Y ahora es lo que más me gusta», dijo Zidane en una entrevista con FIFA.com.

Cuando fue elegido para dirigir al Real Madrid, tras estar en el banquillo del filial, Zidane comentó que sabía que la tarea iba a ser realmente difícil. «Había sido técnico del segundo equipo del club, pero tenía clarísimo que estaba pasando a una dimensión completamente distinta, aunque me sentía preparado porque conocía la casa. Tras 15 años en el club sabía lo que significaba ese vestuario y el club en general. Lo que restaba era trabajo y más trabajo. Había que hacer valer mis ideas, y ahí están los resultados.

En tan solo un año como técnico madridista, el francés sumó al palmarés del club blanco tres títulos (Liga de Campeones, Mundial de Clubes y Supercopa de Europa, algo que «no esperaba que sucediera tan pronto», aunque «lo deseaba».

“Cuando uno está en el Real Madrid se espera que hagas el máximo para conseguirlo todo, así que la exigencia era altísima desde que llegué. Soy consciente de que haber ganado la Liga de Campeones en mi primer año fue algo extraordinario. Ahora estamos luchando por repetir y también por ganar el título de Liga. Es lo que pasa con el fútbol, no se detiene nunca. Los títulos quedan rápidamente en el pasado y siempre hay que confirmar», añadió el francés.

LAS DIFERENCIAS

A pesar de haber alcanzado los éxitos más importantes como jugador y como técnico, Zidane explicó que los triunfos se viven «de forma parecida» pero «no exactamente igual» porque «no es el mismo trabajo ni las mismas circunstancias». «La emoción sí es la misma, pero diría que se disfrutan un poco más como entrenador, porque es más difícil conseguir esas victorias», apuntó. Las diferencias están, por ejemplo, en la manera de compartir los éxitos. «Como jugador solo te preocupas de ti mismo, de lo que haces en el campo, pero no demasiado del resto del equipo. Como entrenador, en cambio, tienes que ocuparte de todo el grupo, de 24 jugadores. Y no solo de ellos, sino de lo que pasa alrededor de un partido de principio a fin».

Para Zidane, la «mejor muestra de la mayor dificultad que hay como entrenador es que la cantidad de horas que dedicas al día al fútbol es mucho mayor», dijo el francés, que también recordó su etapa como futbolista: «Fue hermosa, me encantaba ser jugador. Pero el tiempo obligó a que esa etapa se terminara sí o sí, no había más remedio. Ahora sigo viviendo de mi pasión, de lo que más me gusta hacer, así que no tengo nada de que quejarme».

Por otra parte, el caso del posible fraude fiscal de Cristiano Ronaldo ha quedado enterrado después de todo el revuelo que se levantó con la supuesta desviación a un paraíso fiscal de 150 millones, según reveló en diciembre del 2016 Football Leaks. El asunto ha quedado en el fondo del cajón. Lo demuestra la negativa del Gobierno a contestar varias preguntas parlamentarias sobre este tema, según reveló La Ser.

El plazo para contestar a las preguntas de Josep Vendrell, de En Comú Podem terminó el pasado 23 de febrero. Las respuestas debieron correr a cargo de Cristóbal Montoro, el ministro de Hacienda, que no dio la cara. Eso sí, la Agencia Tributaria sí abrió una investigación a Ronaldo por los ejercicios del 2011, 2012 y 2013, que aún está vigente.