El Real Zaragoza regresó hoy a los entrenamientos después de dos días de fiesta, sin nueve de sus jugadores y con las palabras del técnico Manolo Jiménez, que tras el partido ante el Málaga dijo que sentía "vergüenza", todavía vivas.

A la ausencia de sus siete jugadores internacionales (Djumovic, Da Silva, Pinter, Barrera, Postiga y Micael), se unió el italiano Maurizio Lanzaro por un problema familiar, mientras que Edu Oriol no saltó al césped de la Ciudad Deportiva como consecuencia de un golpe que sufrió ante el conjunto malacitano.

Después de un cuarto de hora de charla en el vestuario, los jugadores disponibles junto a los habituales Kevin Lacruz, Jorge Ortí y Joel Valencia, saltaron al campo de entrenamiento en el que, después de varias sesiones de rondos, disputaron un partido en un terreno de juego de reducidas dimensiones.