El Zaragoza acabó el mercado de fichajes con 20 futbolistas, sin inscribir a Obradovic, por tener plaza de extracomunitario, y sin Miguel Lopes, ya que su documentación llegó cinco minutos fuera del plazo. El dato le convertía junto al Mallorca en el equipo con menos fichas profesionales de la Liga, pero el panorama aún se tornó peor cuando Braulio fue apartado del equipo al ser imputado y confeso de un delito de abusos sexuales. El canario no volverá a vestir la elástica zaragocista --rescindirá su contrato o será baja indefinida por enfermedad-- y eso dejaba a Aguirre con 19 futbolistas. Por una simple cuestión numérica había que fichar. Lo discutible era hacerlo en el mediocentro, una posición que el club tiene bien cubierta, pero la opinión de Agapito Iglesias, como es habitual, ha pesado.

Con la llegada de Antonio Tomás vuelven a ser 21 las fichas, pero hay que descontar la de Braulio. Es decir, 20 jugadores, más cuatro del filial --Joel, Alcolea, Kevin y Ortí--, aunque no es Aguirre un técnico que en el Zaragoza esté dando mucho paso a la cantera. Al contrario.

Mallorca y Zaragoza son los dos clubs con menos fichas profesionales en sus plantillas. Los dos, por cierto, están en Ley Concursal, aunque eso no quiera decir mucho, porque el Betis también lo está y tiene 24 jugadores profesionales. Getafe, Granada y Osasuna han sido los tres equipos que han completado las 25 fichas que permite la Liga. Granadinos y osasunistas son rivales directos en la lucha por la permanencia con el conjunto zaragocista.

Barcelona, Espanyol, Sevilla, Villarreal y Rayo Vallecano se han quedado con 22 fichas profesionales en sus respectivas plantillas, pero en el caso de los periquitos, del submarino amarillo, de los sevillistas y, sobre todo, del conjunto azulgrana, la fortaleza de sus filiales les permite echar mano de los mismos en casos de necesidad.

Un defensa polivalente

¿Será Antonio Tomás el último fichaje del paro? El club busca un defensa polivalente que pueda jugar en el eje y como lateral. Sin embargo, hay pocas esperanzas de lograr esa contratación ahora, tanto por lo que ofrece el mercado del paro como por el peso de la administración concursal. Además, el Zaragoza tiene que decidir qué hace con Miguel Lopes, lateral derecho cedido por el Oporto y al que no se pudo inscribir. El jugador quiere venir en octubre a ejercitarse a Zaragoza, pero en todo caso no podrá ser inscrito hasta el 1 de enero. También es posible que Zaragoza y Oporto rescindan en enero el contrato de cesión y que el club luso, donde el lateral no tiene ficha, lo ceda a otro equipo.

Obviamente, la necesidad más urgente es la de un delantero tras lo sucedido con Braulio. Sin embargo, el mercado de jugadores en paro ofrece muy pocas alternativas válidas, por no decir ninguna, de delanteros con un cierto nivel, ya que el gol siempre es una pieza muy codiciada en el fútbol. La opción podría pasar porque Braulio obtuviera la baja médica por una enfermedad de larga duración y que eso habilitara al club para poder incorporar a un punta con contrato en vigor. Con todo, la primera intención del Zaragoza sigue siendo rescindir el contrato del ariete canario, al que le quedaba un año de vinculación, hasta 2012.