Con lo justo, casi sin rotaciones, con los jugadores pidiendo a gritos un descanso, el Caja3 Aragón se apuntó una victoria ante el Torrevieja tan importante para la clasificación como meritoria por las condiciones en las que compite el equipo. Fue el triunfo del compromiso, de la capacidad para sacar fuerzas de flaqueza, de la cabezonería más aragonesa. Ganó el Caja3 porque lo quiso, porque sabe que tiene que ser quinto para volver a Europa, ante un Torrevieja que vendió muy cara su derrota, que tampoco se rindió, que demostró ser un equipo muy bien trabajado y que, finalmente, no supo perder.

La exigencia de los últimos partidos, el poco tiempo de descanso y, para rematar, el viaje a Brest, están pasando factura al equipo. Casanova aún no está listo, Humet se sacrificó con 15 minutos de juego pese a llevar dos días sin entrenar y casi no poder moverse, Cartón no se ejercitó el martes, Javi García tampoco estaba para jugar todo el partido, Masachs también acumula molestias, Molina jugó muchos minutos pese a haberse entrenado una sola vez con el equipo... Aún así, el cordobés estuvo a un nivel más que aceptable, Val volvió a partirse el pecho, Maqueda aguanta lo que le echen, Vigo tomó las riendas, Sorli y Postigo controlaron el extremo y Malumbres no solo paró sino que intentó también animar a una grada fría al inicio.

El Caja3 Aragón, ayer dirigido por Mincholé por la expulsión de Ortega en la Copa, dominó los primeros quince minutos de cada periodo. Javi García siguió demostrando su calidad en el pivote y Grebenar acertaba por fuera, hasta que el ataque del equipo fue espesándose con el paso de los minutos. Sin unos lanzadores frescos, el conjunto zaragozano no encontraba soluciones y perdió las ventajas acumuladas. En ambas mitades de partido llegó a gobernar por cuatro goles (10-6 min. 20 y 22-18, min. 44), pero le faltó la chispa y la contundencia necesarias para romper el marcador. El Torrevieja, un rival directo, se sostenía con los tantos de la primera línea y aprovechaba la debilidad defensiva de los locales por el flanco derecho para recortar distancias. Con el indicador de gasolina ya en la reserva, el Caja3 resistió y se ganó los dos puntos con justicia, aunque el Torrevieja culpara a los árbitros.

Ayer no se jugaba en el Infanta Cristina, no eran los cuartos de la Copa y el Torrevieja no era el anfitrión. Pero Manolo Laguna y sus jugadores así debieron creerlo y esperaban otra cosa. Sobre todo, otro arbitraje. Los jugadores del Torrevieja protestaron durante el partido. Normal. Protestaron tras el pitido final. Nada extraordinario. La poca o mucha razón que pudieran tener la perdieron al encararse con todo el mundo: Rasic y Cuartero retaron y provocaron a la grada en una actitud injustificable. El balonmano es otra cosa y ayer premió al Caja3.