El director del Dakar, el francés Etienne Lavigne, aprovechó la jornada de descanso de ayer, en La Paz (Bolivia), para expresar públicamente su deseo: un inmenso Dakar que atraviese Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Colombia, que se llamaría, cómo no, Dakar Pacífico. «Mi sueño es organizar un día, si tengo la suerte de poder hacerlo, un recorrido que atraviese este maravilloso continente de norte a sur. Lo tenemos casi listo sobre el papel. La idea es salir de Chile o de Buenos Aires y subir hasta Cartagena, en Colombia», dijo Lavigne.

«Imagino una carrera gigante, inmensa, un rally que una Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Colombia. Es mi deseo más íntimo. Es un recorrido increíble y fantástico. Lo llamaríamos Dakar Pacífico», insistió Lavigne. «El Dakar no es solamente un evento deportivo, sino también social y cultural en cada país, tal y como dijo, en la primera jornada de este Dakar, el presidente Evo Morales», agregó el francés desde el campamento de La Paz.

Sin embargo, Lavigne explicó que el motivo no es simplemente tener cuantos más países mejor en el mapa del futuro Dakar, sino «contar cada año una historia diferente con nuevas cosas a descubrir y nuevos pueblos, esa es nuestra intención». El director del Dakar explicó que estarán «abiertos a todas las propuestas de países» que quieran recibir la carrera. «Hay futuro para el Dakar en el continente, tanto en Perú como en Chile como en otros países», aseveró.

Respecto al recorrido de este año, Lavigne dijo que es «muy intenso y muy duro» porque ha habido casi una semana entera a gran altura. «Estamos encontrando las condiciones que habíamos previsto, no estamos sorprendidos. El Dakar es y será una carrera dura, muy dura. Si los pilotos están satisfechos, yo estoy satisfecho y hasta ahora les gusta lo que está ocurriendo», explicó.

Lavigne justificó la decisión de suspender la etapa del pasado sábado, que unía Oruro con La Paz, porque era «imposible» preparar la cronometrada por la tremenda tormenta que afectó a la zona. «Solo tengo que decir que 21 competidores durmieron esa noche a 4.000 metros de altura en sus vehículos. Fue muy duro».