Huérfano de Nadal, los dos principales aspirantes a levantar el trofeo en Barcelona, el japonés Kei Nishikori, defensor del título, y David Ferrer, cuatro veces finalista, dieron ayer un paso adelante para presentar su candidatura al título de este año. Nishikori lo logró en la apertura de la jornada ante Roberto Bautista, al que ganó por 6-2, 3-6 y 6-1, mientras que Ferrer lo consiguió al deshacerse del alemán Philipp Kohlschreiber por 6-3 y 7-6 (7-5). Y la sorpresa corrió a cargo de Pablo Andújar, que se coló en las semifinales después de vencer a Fabio Fognini por un sorprendente e inapelable 6-1 y 6-3, en 65 minutos.

Tanto Nishikori como Ferrer no lo tuvieron fácil. El japonés dejó escapar el primer set del campeonato, ante un rival que ya el año anterior le había complicado. También Ferrer tuvo que afinar sus tiros y ser agresivo como Nishikori para superar a un tosco rival como Kohlschreiber, a quien había ganado las últimas ocho veces que se habían enfrentado, pero siempre con resultados ajustados. Ayer se repitió la historia y ambos se rompieron el saque en nueve ocasiones. Ferrer aprovechó los dos primeros para apuntarse la primera manga y después, tras ir 3-1 y 4-2 abajo en el marcador logró forzar el tie break que se apuntó tras una hora y 43 minutos.

"Estaba nervioso y muy tenso", admitió el tenista alicantino y, por eso, celebró su victoria con la euforia de haber superado una dura prueba. "Después de tener 6-3 y saque en mi poder, en el tie break me habría hecho daño perderlo y tener que jugar un tercer set", admitió Ferrer, que hoy (no antes de las 16.00 horas) disputará ante Andújar la segunda semifinal, la séptima en Barcelona de 13 participaciones.

La jornada de semifinales la abrirá Kei Nishikori ante el eslovaco Martin Klizan, número 28 mundial, que se impuso a Tommy Robredo por 7-6 (7-5) y 6-4.