Andreu Casadevall trabaja desde ayer para mejorar la situación del CAI Zaragoza. Aunque advirtió de que su primera misión iba a tratar el aspecto anímico de un grupo lastrado por las derrotas, el técnico tiene varios aspectos que trabajar para conseguir que el equipo juegue mejor y regrese al triunfo: mejorar el acierto exterior, intensificar la defensa, facilitar las transiciones y sacar un mejor rendimiento de los fichajes.

Es una de las cosas que más llaman la atención. "Sorprende que, con los jugadores que hay, el porcentaje de acierto en tiros de tres sea tan bajo", anunció en su presentación el propio Casadevall. Los numeros globales del equipo son muy pobres, con un 26,45% de acierto en la Liga ACB, donde solo el Estudiantes es unas décimas peor (26,35%). El CAI es el equipo que menos triples ha convertido hasta el momento en las siete jornadas disputadas, un total de 41, y es también uno de los que menos tira. En Eurocup acumula un 31,79%.

Ningún jugador está por encima del 30% a pesar de que los refuerzos iban encaminados a mejorar esa faceta, en la que el CAI ya tuvo problemas la temporada pasada. Diener no está siendo más fiable de lo que eran Goulding o Robinson porque no está tirando bien, ni por el rol asignado ni por su capacidad actual. Linhart y Sastre no se caracterizan por ser anotadores compulsivos desde lejos aunque puedan hacerlo puntualmente. Otro que debe mejorar ese aspecto es Robin Benzing que, de momento, ni se está mostrando como una amenaza exterior ni está sacando provecho de su altura yendo al poste.

El CAI Zaragoza anota pocos puntos y recibe muchos, así que por ahí tiene otro de sus problemas. El equipo aragonés encaja una media de 80 puntos por jornada en la ACB (a favor consigue 75), uno de los aspectos que deberá mejorar. El equipo cuenta con un juego interior pequeño y exteriores altos que, hasta la fecha, ha sufrido tanto con los pivots como con los tiradores rivales. Es ya costumbre que los interiores del oponente acaben siendo los más destacados cuando se enfrentan al CAI.

Al equipo le falta intimidación, es uno de los que menos tapones pone por partido (1,86) con Sastre como el más destacado con 0,6 por jornada. Esa circunstancia viene motivada por la propia configuración de la plantilla. Su jugador más alto es Norel con 2.12 y su suplente, Kanacevic, mide 2.03. Los cuatros son igual o más altos y hasta el alero, Benzing, tiene más centímetros. No es solo cuestión de altura, pero esta circunstancia obliga a un mayor trabajo para remediarlo.

La plantilla se concibió en verano para correr más y anotar más puntos que la temporada pasada. Con una defensa deficiente es mucho más difícil correr y el CAI apenas ha exhibido contraataques en este inicio de temporada. Sus bases también están pensados para un juego más rápido y, en este caso, la lesión muscular de Sek Henry frenó el ritmo del equipo, obligando a Bellas a jugar más minutos con la consecuente pérdida de frescura. Defender bien y correr mejor es una de las primeras consignas que Casadevall anunció en su presentación y que ayer ya empezó a poner en práctica pidiendo a los jugadores mayor velocidad en sus ataques. El CAI Zaragoza necesita un juego más rápido y vistoso del que ha ofrecido hasta ahora o el número de espectadores que acuden al Príncipe Felipe continuará disminuyendo.

Hay muchos detalles que pulir para mejorar el rendimiento del CAI Zaragoza. El equipo aragonés necesita ser más consistente en el rebote, faceta en la que ha tenido problemas algunos días. El mejor reboteador hasta ahora es Isaac Fotu con 4,7 por jornada. El neozelandés ha aportado ese plus de energía cada vez que ha salido y el equipo lo ha notado, pero sufre en otras circunstancias, concediendo en ocasiones demasiadas oportunidades a su rival.

Su falta de intensidad defensiva en muchas fases se plasma en un pequeño dato, es el equipo que menos balones recupera de toda la competición, 3,86 por partido. Su rival del domingo, el Laboral Kutxa, es el primero del ranking con 9,71. Es también uno de los equipos que menos asistencias reparte (12,57 por partido) señal de que el balón no siempre circula con criterio ni acaba donde debería acabar. Pequeños detalles que mejorarán el juego aragonés.

Cuando un equipo incorpora un jugador es para mejorar lo que tenía. Cuando incorpora a muchos puede errar en alguno, pero debe ser la excepción y no la norma. De momento, entre las caras nuevas del CAI solo Bellas y Fotu están haciendo lo que se esperaba de ellos. Diener no está acreditando sus números pasados, sale mal de los bloqueos y llega tarde en defensa. Benzing sigue sin dar el paso que se esperaba de él y que ya le dejó sin minutos en el Bayern de Múnich.

Linhart no es un jugador espectacular, es intenso, pero no está brillando especialmente. Y Kanacevic ha sufrido mucho hasta la fecha porque con su altura es habitual que sufra tapones en contra que merman su confianza. Todos ellos deberán dar un paso y mejorar su rendimiento para que pueda hacerlo el conjunto del equipo. Para ello, Casadevall deberá redefinir los roles de la plantilla, hasta ahora poco claros y muy variables en muy poco tiempo. Tiene trabajo por delante.