Un mes después (27 de mayo) de ser campeón de Europa por tercera vez consecutiva, por cuarta en cinco años, el Madrid ha perdido al entrenador y a la máxima estrella del equipo. Y no ha echado a ninguno de los dos. Se han ido por su propia voluntad poniendo así el punto y final a una era en el club blanco.

Zinedine Zidane anunció la inesperada despedida a los cinco días del triunfo y Cristiano Ronaldo la insinuó aquella misma noche, reventando la fiesta, aunque se oficializara ayer martes. Julen Lopetegui ha sido el recambio elegido para el técnico francés, y no faltan las dudas de su capacidad para estar a la altura por su escaso bagaje en los banquillos de clubs, pero no será tan fácil encontrar al sustituto del delantero. El exseleccionador no era la primera opción. Veremos cuál será la elección del relevo del luso.

Cristiano Ronaldo dejará un vacío imposible de rellenar, por más que alguien vaya a vestir la camiseta con el 7, como él heredó la de Raúl (en su primera campaña de blanco lució el 9) cuando se marchó. Ni Kylian Mbappé ni Neymar ni sea quien sea el sustituto del portugués podrá ocupar ese abismo, no tanto en términos de popularidad y merchandising como sobre el terreno de juego.

Faltan goles

Mbappé tiene 19 años, acumula cuatro campañas en la primera francesa y promedia medio gol por partido. Más o menos como Neymar, con 26, y un palmarés con 19 títulos (10 con el Barça), y quien genera anticuerpos por su comportamiento. El PSG no parece predispuesto a perder a sus delanteros en la pretensión que tiene de ser un grande de Europa.

El Madrid pierde al mayor goleador de su historia, a un futbolista que promedia más de un gol por partido (450 goles y 438 partidos oficiales), a un delantero que aporta un mínimo de 40 tantos por temporada. Pese a los 33 años cumplidos en febrero, no había síntomas de declive. Ningún delantero excepto Leo Messi garantiza semejantes números. Ni insinúa una regularidad como esa. Ni Robert Lewandowski, un nueve puro. Tampoco Luis Suárez. Difícilmente Harry Kane, el capitán de Inglaterra, de precio prohibitivo.

Dos por uno

Al Madrid le sucede como al Barça la pasada temporada: Neymar también anunció su despedida antes de que el club hubiera podido contratar un recambio. Ahora todo el planeta sabe que tiene 105 millones de euros para comprar al sustituto. Con esa cantidad no tiene Florentino Pérez ni para pipas. Ninguno de los posibles recambios está al alcance de esa cantidad y requerirá un desembolso mayor.

El presidente, a quien le gusta ir a lo grande en sus dispendios, tendrá que apostar el doble visto cómo está el mercado desde el año pasado cuando el PSG lo reventó pagando 222 millones y el Barça lo mantuvo en combustión cuando repartió 105 por Dembélé y 120 por Coutinho. El Madrid también necesitará dos jugadores para cerrar el abismo que ha dejado uno de la dimensión de Cristiano. Una combinación, por ejemplo, formada por Mbappé y Eden Hazard que refuerce la colectividad. Dos por uno, como hizo el Barça.